La Diputación ha reservado 1,6 millones de euros para la demolición de todas las instalaciones del complejo.

Lo que el vecino de Galdakao haría en el parque de atracciones

Los residentes proponen nuevos usos como una feria de muestras para la comarca a un parque o una granja escuela

Virginia Urieta

Lunes, 29 de febrero 2016, 11:35

Puede que haya conseguido erigirse en un escenario idóneo para una película de terror, aunque el objetivo con el que nació, hace ya 40 años, era bien distinto. Los creadores del Parque de Atracciones de Artxanda lograron el sueño de diseñar una estampa risueña, familiar ... y divertida, con jóvenes y mayores disfrutando de todo lo que se les presentaba en el mayor espacio de ocio de Bizkaia. De hecho, el recinto vivió más de una década de una bonanza que muchos vizcaínos han interiorizado entre sus recuerdos más entrañables. Pero, por desgracia, murió joven al no cumplir con las expectativas de asistencia e ingresos. Llamado a convertirse en uno de los motores económicos de la provincia, fue acumulando una gran deuda hasta que la Diputación, responsable de las instalaciones -diez hectáreas de terreno-, decidió colgar el cartel de cerrado el 9 de febrero de 1990. Y, dictada sentencia en 2008 -cuando las Juntas Generales aprobaron oficialmente su desaparición-, los vecinos de Galdakao, en cuyo término municipal se ubica gran parte de las instalaciones, proponen nuevos planes para un espacio que siempre en un primer vistazo siempre se ha presentado prometedor, pero donde nunca ha prosperado un proyecto alternativo.

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El parque permanece totalmente cerrado, vigilado por guardas, tanto por los posibles robos como por el peligro que supone dada su precariedad. Fue inaugurado el 14 de septiembre de 1976 y supuso una inversión de 450 millones de pesetas, que aportaron tanto cajas de ahorros como empresas privadas. Trabajaron en él -poblado con una noria, su montaña rusa y atracciones legendarias como el gusano loco o el tren fantasma- 130 personas. Tras su cierre, la Diputación intentó ya en 2002 vender el recinto por 400 millones de pesetas, que nadie quiso pagar, aunque sí compraron las atracciones por 50 millones -la mitad de lo que habían costado-. Mantenerlo en las actuales condiciones ruinosas se lleva 200.000 euros anuales.

Al mencionar al parque, la memoria de los vecinos con cierta edad se retrotrae siempre a aquellos buenos tiempos, hasta el punto de que muchos apuestan por recuperar ese espacio, ya no como parque, si no como una zona de ocio para el deporte o la cultura y de un modo que sirva para satisfacer las necesidades tanto de los vecinos de Galdakao, como las de los de los municipios colindantes. Desde la asociación de vecinos de Bengoetxe y la plataforma vecinal de Galdakao, que reúne a presidentes de diferentes agrupaciones del municipio, valoran una serie de propuestas que, tal y como aseguran, podrían tener cabida en la zona. Entre ellas se encuentra la creación de una granja escuela con el objetivo de fomentar y afianzar el uso del euskera o la construcción de un recinto ferial para conciertos -tipo BEC-, o como un lugar donde compartir ocio y cultura, también parecido al PIN, donde se celebren eventos. «Creemos que la idea de la granja escuela podría ser una alternativa muy positiva, sobre todo para los niños en verano, que podrían aprovecharla a modo de refugio en el que hacer actividades en plena naturaleza. También la sala de conciertos, que podría albergar más usos, y vemos muy útil tanto para Galdakao como para los municipios de alrededor, que podrían beneficiarse de ella, ya que en las zonas colindantes no existe nada similar», valora Mari Paz Losada, presidenta de la Agrupación de vecinos de Bengoetxe.

Un «mega polideportivo»

Otras de las ideas propuestas pasan por una residencia para personas mayores que carecen de recursos, gestionada por la Diputación; una centro de recuperación de animales -similar a la de Karranza- para su acogida o cuidado; o un «mega polideportivo», con espacio para el skate o el patinaje, piscinas cubiertas y al aire libre, entre otras instalaciones. «Es algo que también vemos necesario en esta zona, sobre todo para fomentar el deporte, y para lo cual existirían buenos accesos», opina la presidenta, que lamenta el estado en el que ha quedado un espacio en el que, recuerda, ella misma vio algunos conciertos míticos, como el de Los Pecos o incluso a Miguel Bosé. También pasaron por allí, en un espacio con capacidad para 5.000 espectadores, artistas como Triana o Mocedades, durante su época dorada. En 2006 el grupo musical Standard grabó allí el video-clip de su canción Fantasmas de la diversión, aprovechando el aspecto tétrico y desolado del entorno.

«Hay servicios fundamentales de los que vemos una necesidad, por lo que encajarían muy bien en esa zona. Nos da muchísima pena que haya quedado así, en diferentes juntas incluso hemos comentado cómo ha sido posible que no hayan pensado ya en un aprovechamiento para ese espacio. Se habrían podido hacer conciertos o espectáculos, pero se encuentra en un estado lamentable. Los responsables han dejado que se pierda y su futuro se les ha ido de las manos -denuncia Losada- Lo han dejado morir». Tal y como opina la representante vecinal, hay que ofrecer alternativas para intentar que esa zona, que podría estar muy cotizada, resurja como en sus mejores tiempos. «Creo que cualquiera de esas opciones tendría cabida y sería un espacio ideal para ello. Nosotros queremos colaborar en lo que sea y trabajar en ese sentido para recuperarla», asegura.

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Hace ya al menos ocho años el Ayuntamiento de Galdakao propuso la creación de un enorme pulmón verde en el solar, después de que el pleno local solicitara formalmente el desmantelamiento de las atracciones. Pero la necesidad de que un inversor privado comprara la superficie a la Diputación cerró las puertas de manera casi definitiva a la transformación del emblemático paisaje en una zona de esparcimiento.

En noviembre de 2015 el ente foral destinó una partida de 1,6 millones de euros a las obras de derribo del parque, aunque tal y como avanzaron, no tienen previsto ningún proyecto de futuro para el entorno. Desde el Consistorio galdakaotarra ven «positivas» las labores de desmontar los restos del antiguo Parque de Atracciones de Artxanda, «en la medida que el deterioro es evidente. Una vez cumplida esa fase, sería deseable que ese espacio pudiera retornar al uso público en el entorno natural del Ganguren, lugar de esparcimiento».

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