306 multas al día en la semana de estreno de la zona de bajas emisiones

Primera conclusión: son, de media, 51.077 al día, lo que supone un descenso del 5% con respecto a los datos de los tres meses anteriores, que fueron de adaptación y no se multó a nadie. El hecho de que haya bajado el tráfico en un momento en el que suele aumentar con respecto al verano supone, en principio, un avance a tener en cuenta. Así lo valoró la concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete: «Los primeros datos son positivos» porque ha habido menos coches en las calles, aunque «somos conscientes de que hacen falta periodos más largos para hacer una valoración más global; pero vamos por el buen camino».

La segunda conclusión: se ha multado, o propuesto para sanción, a 306 vehículos al día. Son muy pocos, solo el 0,6% de todos los que entraron. Aquí se nota un cambio grande con respecto a la situación que hubo durante el verano, cuando la ZBE estuvo en vigor pero sin sanciones, en una especie de periodo de prueba y concienciación. Pues bien, entonces, entre la última semana de junio y la primera de septiembre, se detectaron 1.600 infracciones al día. Eso supone que las 306 de ahora son la quinta parte. Un descenso que seguramente será achacable a que las restricciones sólo despliegan su efecto disuasorio cuando vienen acompañadas de multas.

En cuanto al tipo de vehículos que han entrado en el centro de Bilbao la pasada semana, la mayoría, el 50,46%, tenía etiqueta C. A continuación, el 20,53% fueron B, que no podrán acceder a partir del mes de junio de 2025 salvo que tengan algún tipo de dispensa o exención. En tercer lugar, el 15,15% estaban catalogados como Eco, y el 5,67 como Cero. Los que no tenían distintivo, es decir, lo que en principio no podrían entrar, se quedaron en el 3,72% del total. Pero la mayoría de ellos contaban con algún tipo de permiso (por ser transportista, vecino, contar con plaza de parking, etcétera) y, como queda dicho, sólo se ha sancionado al 0,6%. Por último, el resto, el 4,47%, corresponden a lecturas de matrículas no registradas en la Dirección General de Tráfico (DGT), por ejemplo, los vehículos extranjeros.

Según los datos municipales, estas cifras reflejan un descenso del 33% de vehículos sin etiqueta frente a los que circulaban durante los tres meses del periodo de adaptación. Pero es que, si se tienen en cuenta los estudios previos a la ordenanza, éstos reflejaban que el 14% de los coches que rodaban por las calles de Bilbao eran de los más contaminantes. Es decir, no tenían etiqueta. Ahora, en el centro, se han quedado en el mencionado 3,72%, lo que supone un descenso del 73%.

¿Es semejante descenso achacable a la ZBE? No enteramente. Al menos, eso sugiere el hecho de que en aquellos estudios los que tenían etiqueta B eran el 34%, y ahora, sin estar afectados por las restricciones, se han quedado en el 20%. Puede ser que entre esos dos momentos se haya renovado el parque móvil, o que algún desajuste entre alguno de esos estudios y la realidad.

Según analizó Abete, «tenemos que seguir trabajando para reducir aún más el número de vehículos contaminantes y los que circulan por la ciudad». Hay que recordar que la implantación de la ZBE es una obligación que tienen por ley los municipios de más de 50.000 habitantes para mejorar la calidad del aire y hacer de las ciudades lugares más habitables. De momento es pronto para saber si ese objetivo, el de mejorar la calidad del aire, se ha conseguido.

El Ayuntamiento también medirá las emisiones en las zonas adyacentes a la ZBE ante la sospecha de que podría incrementarse ahí el tráfico más contaminante, aunque esto también serán conclusiones que llegarán más adelante. Igual que el resultado de los procesos judiciales que cuestionan el modo de restringir el acceso, el sistema de etiquetas, que se fija más a veces en la antigüedad de los vehículos que en su nivel real de emisiones.