Mujeres tras la historia de Bizkaia

Una visita guiada en el Museo Arqueológico recorre los hallazgos de varias investigadoras del territorio que son pioneras en su campo

Itsaso Álvarez

Viernes, 5 de marzo 2021, 23:24

Margarita Muñoz, Maite García Rojas, Lidia Zapata, Ana Martínez, Concepción de la Rúa, María José Torrecilla, Belén Bengoetxea y Sonia Aníbarro son ocho vizcaínas que han contribuido a interpretar cómo vivieron nuestros antepasados desde el Paleolítico. Sin su labor apenas podría entenderse la historia de ... la arqueología de la provincia. Sus nombres y apellidos no suelen transcender, pese a tratarse de pioneras y referentes en sus campos de estudio aquí, en España y en Europa. Trabajan (todas menos una, que falleció en 2015) desde hace muchos años en universidades, centros de investigación, museos. Son especialistas en áreas de la arqueología y ciencias afines. Si analizáramos las razones de la invisibilidad de estas arqueólogas, hallaríamos una sencilla explicación. Las mujeres dedicadas a la ciencia fueron ignoradas durante siglos del mundo académico por su condición de género. Se las consideraba incapacitadas para poder pensar y formar parte de los asuntos del conocimiento. Y esto es algo que no ha sido ajeno a la arqueología.

Pero pese a que historia y ciencia han sido marcadas como espacios exclusivamente de dominio masculino, siempre hubo una relación de la mujer y la arqueología, y así lo hace ver el Museo Arqueológico de Bizkaia, que tiene su sede en Calzadas de Mallona, en Bilbao, y que ha programado una visita guiada (hay que apuntarse en el teléfono 944 040 090) para conocer a las mujeres que hay tras la historia de Bizkaia y dar fe de sus hallazgos.

Como a Margarita Muñoz. «Estuvo excavando en el yacimiento al aire libre de Kurtzia (Barrika) durante seis años, de 1983 a 1989, y sacó muchísimo material relacionado con el Paleolítico. En nuestros almacenes hay 138 cajas con lo que recopiló», explican Marina Figueiras y Aida Alegría, guías del museo. Algunas pocas piezas están expuestas, como un hacha de mano o bifaz. Y también un canto decorado que localizó en la cueva de Urratxa en Orozko y que tiene unos 11.000 años de antigüedad. «La importancia que tiene es que en la península no se han encontrado otros iguales».

Otra vizcaína que rompió con el estereotipo fue Maite García Rojas, especializada en Arqueología Experimental, una disciplina copada por varones que consiste en construir el pasado reproduciéndolo. «Es una mujer que da muchísima importancia a la divulgación».

Romanos, castillos y huesos

La bilbaína Lydia Zapata, fallecida en 2015, es otra de las investigadoras a las que se alude durante la visita. Está considerada una de las mejores especialistas europeas en Arqueobotánica, el estudio de la subsistencia humana, la evolución y cambios del paisaje vegetal... Participó con numerosas publicaciones, y sus viajes y colaboraciones científicas con diferentes instituciones nacionales e internacionales fueron constantes.

También es dilatada la trayectoria de Ana Martínez, directora del yacimiento romano de Forua desde hace 36 años. «Hasta hace cinco lustros se decía que aquí no habíamos sido romanizados, pero gracias a su trabajo supimos que esto no era así», señalan Aida Alegría y Marina Figueiras.

Concepción de la Rúa, catedrática de la UPV que estudia el ADN de los restos óseos que se encuentran en los yacimientos, y María José Torrecilla, que excavó en el castillo de Muñatones y a día de hoy está inmersa en las labores de rastreo en La Encartada de Balmaseda, también destacan en el recorrido.

Este itinerario lo cierran Belén Bengoetxea, arqueóloga especializada en villas medievales como Durango y Elorrio, y Sonia Aníbarro, que forma parte del equipo técnico del propio museo y contribuyó a desenterrar el pasado de Bizkaia cuando se acometió la urbanización de Ballonti. «Se sabía que allí hubo un convento. Trabajamos en un área de 5.000 metros cuadrados y hubo que utilizar maquinaria pesada para mover toda esa cantidad de tierra», evoca. Aún conserva algunas fotos en las que aparece trabajando embarazada.