La víctima del Puente Colgante es una mujer transexual que vivía en Getxo

Según ha podido saber este periódico, en el registro de su domicilio ayer por la mañana se encontró una nota en la que la víctima explicaba que se sentía mal y anunciaba sus intenciones autolíticas. Ertzaintza y Guardia Civil continúan con la investigación como si se tratara de un homicidio, aunque este hallazgo podría cambiar el rumbo del caso. Los agentes tendrán que determinar ahora si el escrito fue realizado por la difunta.

En un principio se barajó como hipótesis que la mujer se hubiera quitado la vida arrojándose al agua. Sin embargo, en la sala de autopsias los forenses apreciaron una marca en el cuello que apuntaba a un posible estrangulamiento y así se lo comunicaron a ambos cuerpos policiales, que iniciaron una investigación de un posible caso de homicidio.

Dos pesas a la cintura

Además, el cadáver tenía dos pesas de gimnasio de dos kilos atadas a la cintura con cinta de embalar. Llevaba entre cuatro y cinco días en el agua, por lo que no se le pudo recoger una necroreseña completa y la identificación se complicaba. Se trataba de una mujer de mediana edad, alta y de más de 70 kilos. Llevaba puestos unos pantalones vaqueros y botas de marca, además de un abrigo tipo plumífero de color oscuro. En los bolsillos tenía unas llaves.

Un ciudadano avistó un cuerpo flotando en el agua alrededor de las seis de la mañana del pasado sábado 24 de diciembre, y llamó a la Ertzaintza. Una patrulla de la Ertzainetxea de Getxo acudió al aviso y comprobó la veracidad del aviso. Salvamento Marítimo movilizó una lancha de Cruz Roja, que sacó del cauce los restos mortales, que fueron trasladados hasta el Instituto vasco de Medicina Legal (IVML), en el Palacio de Justicia de Bilbao, donde esa misma mañana se le practicó la autopsia al cadáver.

El caso generó un problema competencial, ya que la Guardia Civil cubre las incidencias en el mar y en aguas interiores, hasta el puente de San Antón, en Bilbao, desde marzo de 2019. Agentes del instituto armado realizaron una inspección ocular en el lugar. La jueza de Getxo que instruye el caso ordenó a ambos cuerpos que elaboraran cada uno un atestado y los mandos, por su parte, acordaron realizar una investigación conjunta.