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Un trabajador de 62 años, de nombre Silvio y de nacionalidad portuguesa, aunque residente en Bilbao desde hace más de una década, falleció ayer en ... un trágico accidente laboral en Arratzu. Según informó un portavoz del Departamento de Seguridad, el operario sufrió una descarga eléctrica al entrar en contacto con un cable de alta tensión.
El suceso ocurrió poco después de las nueve de la mañana en el caserío 'Errementarikoa', situado en el barrio Loiola-Elejalde de esta localidad vizcaína, en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai y a poca distancia de Gernika.
Silvio trabajaba junto a otros seis compañeros de la empresa Amuriza Cubiertas Teilatuak de Lemoa en la reparación del tejado del inmueble cuando se produjo el fatal incidente. «La semana anterior habían levantado los andamios para comenzar esta semana con el arreglo del tejado», apuntó una vecina.
Según relataron sus compañeros, el trabajador manejaba la grúa para elevar «un cazo de hierro cargado que utilizamos para carga y descargar las tejas» cuando al parecer la pala o la caja del aparato tocó el tendido eléctrico, provocando la descarga letal. «No entendemos cómo ha podido ocurrir», lamentaron los compañeros de la víctima, visiblemente afectados.
«Esos cables pueden tener una tensión de hasta 13.000 voltios. Ni siquiera es necesario tocarlos, basta con acercarse a unos cinco metros para sufrir una descarga», explicaron otros residentes de la zona, todavía conmocionados.
Al recibir la descarga, Silvio quedó inconsciente. Los servicios de emergencias acudieron rápidamente al lugar, pero a pesar de los intentos de reanimación, no pudieron salvar su vida. Un médico desplazado confirmó su fallecimiento.
Tras el aviso, unidades de la Ertzaintza, una ambulancia y efectivos de Bomberos se trasladaron al lugar del accidente. También acudió un técnico de Osalan para investigar las causas del siniestro, así como operarios de Iberdrola encargados de revisar la instalación eléctrica. De hecho, el impacto con el tendido provocó un corte de suministro eléctrico en la zona. «En ese momento se nos ha ido la luz en casa», confirmaba una mujer.
El fallecido tenía una hija «que vive en Valencia y un hermano en Portugal», con quienes sus compañeros intentaron ponerse en contacto, incluso a través de redes sociales, para informarles de lo sucedido.
Este trágico accidente se produce apenas una semana después de la muerte de un niño de 11 años en Usurbil (Gipuzkoa), quien también sufrió una electrocución al trepar junto a su prima de 15 años a una torreta eléctrica. A pesar de ser trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Cruces, el menor falleció el pasado sábado. El lugar del accidente carecía de vallas de protección, aunque contaba con señalización de peligro.
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