«Hemos montado en casa y en pequeñito el ambiente de la Euskal Encounter»

Pero también están quienes han decidido trasladar la party a su domicilio de verdad: juntar un grupo de amigos, reunir unos cuantos ordenadores, provisiones, conectarse y vivir la Euskal Encounter bajo un mismo techo. Así lo ha hecho Josu Fernández, Jafer para los amigos, en su caserío de Atxondo: «Tener una casa grande facilita las cosas», bromeaba ayer, tras ser interrumpido por EL CORREO en plena partida de juegos de mesa con Anartz, Joseba, Asier, Xabier y Ekhiotz. Jafer, de 42 años y soldador de profesión, está en condiciones de comparar la Euskal Encounter «de antes» con esta nueva virtual obligada por el coronavirus. Es un veterano y aficionado a los ordenadores de toda la vida. «Llevo participando 17 ediciones, esta iba a ser la 18».

«Vamos en grupo siempre, los mismos seis o siete, gente de la cuadrilla de Durango y alrededores», explica. Decidieron participar este año también. Puesto que la edición iba a ser online «y nos quedamos con las ganas de ir al BEC», decidieron establecerse en casa de Jafer para reproducir a escala el ambiente de party. «Es lo mismo pero en pequeñito, con seis ordenadores en una mesa», resume. Porque «lo que siempre me ha gustado de la Euskal Encounter clásica es socializar. Al final es un sitio al que voy, dejo el ordenador montado y me paso la mitad de la party hablando con unos y con otros».

A Jafer le atrae más la «parte tecnológica» de la Euskal que la lúdica, la de los juegos. «Sí que jugamos en cuadrilla, aunque somos más de juegos antiguos que de los actuales -aclara-. Pero sobre todo me gusta cotillear las nuevas tecnologías y seguir las charlas más interesantes».

«Estos días estamos participando en todo lo que nos interesa. El que está interesado en arte digital lo hace desde aquí, el que toma parte en un concurso lo hace desde aquí y al final estamos en cuadrilla divirtiéndonos en casa. En un par de ordenadores están siempre puestos el Discord o el Twitch» para seguir las emisiones de la organización. «Y luego estamos de cachondeo». Con una ventaja: no han tenido que montar tiendas de campaña en el salón: «Ventajas de vivir en un caserío», concluye Jafer riendo.