Moma reabre sus puertas mañana con una 'perreo party'

Y lo ha hecho cubriendo todos los frentes, tanto los de su público juvenil como el más veterano. «Empezamos la semana con muy buenas noticias. Este fin de semana vuelve la mejor sala de Bilbao con las 'tardes de Moma'... Gracias a tod@s... Ya estamos de vuelta. ¡Os esperamos con una gran chocolatada!», destacaron para anunciar la vuelta de las sesiones vespertinas de los sábados y domingos, dirigidas a mayores de 50 años.

Pero si algo ha hecho grande a Moma desde su apertura, en enero de 2017, son las funciones veinteañeras de jueves a sábado, con llenos casi todos los fines de semana y poblados de gente pija. «Volvemos con tres fiestones que tienes que vivirlos», subrayan en las redes. El reencuentro se producirá mañana a la noche con una 'perreo party' y la actuación del DJ Unai Bdj&Friends.

Este comunicado nada tiene que ver con el lanzado el pasado día 1 a las pocas horas de que el Ayuntamiento les notificara la enésima orden de «cierre inmediato», cuya ejecución estaba inicialmente prevista para el 13 de abril. «La conducta del Consistorio en ese asunto está siendo absolutamente desproporcionada, arbitraria y sorpresiva. Resulta absolutamente incomprensible que el Ayuntamiento insista en el cumplimiento de una sanción antes de que los tribunales se pronuncien sobre su legalidad».

Los dueños de Moma interpretaron entonces los acuerdos municipales «en clave electoral» y concluyeron que en el equipo de Gobierno, presidido por Juan Mari Aburto, «pesaba más» la posibilidad de ver cerrada la sala de fiestas que el «interés público». Tras insistir que «todas las sanciones» recibidas desde la apertura derivan de «desviaciones leves» de los niveles sonoros en «una habitación del Hotel Ilunion», acusaron a los ediles del PNV y el PSE de «ceder a las demandas del establecimiento hotelero» y «la presión de ciertos vecinos del barrio».

Tras dar instrucciones a sus servicios jurídicos para solicitar la «inmediata suspensión» de las dos sanciones que «aún quedan pendientes de ejecutar» para funcionar de forma «definitiva e ininterrumpida», las últimas sentencias han socavado los intereses municipales. Ambas advierten de «defectos en el procedimiento de inspección» e imponen al Ayuntamiento las costas procesales.