«Hay que minimizar el consumo y la contaminación del agua en los hogares»

Hidratarse, poner una lavadora, ducharse o lavar los platos. Son acciones cotidianas que no se podrían desempeñar sin el acceso al agua, un bien esencial que el cambio climático está poniendo en riesgo. Aunque los embalses que abastecen a más de un millón de vizcaínos están «llenos» y, según Koldo Urkullu, director de explotación del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, «nos permiten tener una amplia seguridad sobre que no entraremos en una situación de emergencia», no es motivo para dejar de cuidarla. Es una de las principales conclusiones a las que llegaron ayer los siete expertos que participaron en el Foro Acciona 'La gestión del agua. Digitalización y nuevos modelos de saneamiento urbano' organizado por EL CORREO, con el patrocinio de Acciona, en la sala Yimby Ercilla de Bilbao.

En Euskadi en general, y en Bizkaia en particular, la crisis climática que azota el mundo «no ha variado» la media anual de lluvias, pero sí ha cambiado la manera en la que se producen esas precipitaciones. «Se están dando episodios más extremos. Hay menos días de lluvia, pero son más intensas y esto hace que la gestión hídrica se dificulte», señaló Mitxel Corcuera, director técnico de Aguas del Añarbe. El fenómeno puede causar inundaciones y obliga a las entidades a rediseñar el entramado de tuberías y depuradoras del territorio para evitar un posible colapso. «Esas trombas de agua corren por las calles y revientan las alcantarillas, lo que nos fuerza a impulsar más infraestructuras», adelantó Juan Carlos Blázquez, director de Desarrollo de Negocio de Agua de Acciona.

Los desafíos a los que se enfrenta el sector son ambiciosos. Tal y como señalaron los profesionales en la mesa redonda que moderó el redactor jefe del área de Ciudadanos de EL CORREO, José Mari Reviriego, las nuevas normativas europeas «obligarán a adecuar las instalaciones» para que cumplan con las exigencias marcadas. Esta transformación requerirá innovación, pero sobre todo mucha inversión. «La nueva directiva europea sobre el tratamiento de aguas residuales -cuya implantación definitiva tardará años en llegar- es tremenda. Va a bajar los niveles de nitrógeno y fósforo. Unos marcadores que ahora las depuradoras no cumplen, por lo que nos obligaría a renovar todas las instalaciones», apuntó Urkullu.

Europa exigirá, por ejemplo, que las comunidades sean más exigentes en cuanto a la reducción de contaminantes. Y una forma de hacerlo será poniendo coto a los micro contaminantes que residen en el agua y que acaban dañando el medio natural. «Ya se habla de planes de tratamiento cuaternario. Son proyectos que buscan disminuir pequeños contaminantes que terminan en los ríos y que afectan al medio ambiente. Hablamos, por ejemplo, de los productos cosméticos, los antibióticos, las drogas... Incluso hay un debate europeo que pasa por solicitar responsabilidades al productor. Es decir, pedir dinero a las empresas que fabrican estos elementos para que financien las depuradoras que se necesitan», matizó el director de explotación del Consorcio de Aguas.

Si algo dejaron claro ayer los profesionales del sector hídrico es que las inversiones que se tendrán que hacer en los próximos años «serán costosas». ¿Tanto como para afectar a la tarifa del agua de los hogares? La respuesta es que sí. «Todos nos vamos a convertir en zonas sensibles», avanzó el experto. Pero tan importante será la renovación de las instalaciones, como la concienciación ciudadana. De hecho, Olga Martín, directora de Aclima, Basque Environment Cluster, señaló que «no vale sólo con poner depuradoras inmensas, sino que hay que sensibilizar a la población para minimizar el consumo y reducir la contaminación del agua en los hogares». Porque, en su opinión, llegará el día en el que «las depuradoras no podrán con todo». «Existen muchos contaminantes emergentes, cada vez más. Así, la solución debería pasar por modificar los hábitos que tenemos en nuestras casas y buscar alternativas menos dañinas».

Conservar en buen estado las depuradoras, las redes de saneamiento y las de abastecimiento es fundamental para garantizar el acceso del agua a todos los hogares. De hecho, el Consorcio apuntó que el «25-30% de su presupuesto va dirigido a labores de mantenimiento». Y para ser eficientes en esta materia, las nuevas tecnologías -como la fibra óptica- y la Inteligencia Artificial juegan un papel crucial. La digitalización ha permitido al Consorcio «actuar de forma inmediata» en averías y reducir el número de fugas que puedan producirse. «Recibimos 500.000 datos por segundo y en el momento en que se produce una variable que no es común, y que puede deberse a una rotura, enviamos a una cuadrilla para su reparación», apuntaron.

Del mismo modo, la colaboración entre la entidad y la Escuela de Ingeniería de Bilbao es clave para avanzar en procesos innovadores. Natalia Alegría, directora del Aula del Agua, aseguró que la universidad forma a «los alumnos para que puedan trabajar directamente en el sector». La escuela no sólo investiga en materia hídrica, sino que colabora de forma directa en proyectos con el Consorcio. « Se está trabajando en la creación de un turbidímetro 'low cost' para incorporarlo en los hogares», añadió la experta.

Saben que aún queda mucho por hacer. La imposibilidad de que Bizkaia cuente con un embalse propio por la «falta de terreno» obliga a las instituciones públicas y privadas a seguir renovándose para abastecer todos los puntos del territorio. Pero hay avances importantes. Entre otros, el proyecto para levantar una tubería de 16 kilómetros que resuelva el déficit de agua potable de Busturialdea o la mejora de la calidad del agua del mar gracias a la depuradora de Lamiaran. Urkullu también adelantó que trabajan en un plan para «generar hidrógeno a través de agua regenerada».

En Bilbao estamos acostumbrados a ver llover. Y quizás por ello la palabra 'sequía' nos suene a un fenómeno más bien lejano. Pero lo cierto es que «la escasez de agua es un problema global». Así lo aseguró ayer Manuel Manjón, CEO del negocio de Agua en Acciona durante el foro 'La gestión del agua. Digitalización y nuevos modelos de saneamiento urbano' organizado por EL CORREO. «El problema del agua no se ve tan acuciante en Bilbao por la situación envidiable que tiene la ciudad en cuanto a los sistemas y a la gestión, pero sí que terminará afectando», explicó.

El responsable de Acciona aseguró que «el cambio climático cada vez nos va a apretar más». Matizó incluso que debido a esta crisis «el 70-80% de las inversiones futuras» se desarrollarán en materia hídrica. «En Bizkaia aún no hemos padecido esa escasez, aunque sí que hemos tenido algún susto relacionado con inundaciones», señaló.

Considera que «históricamente» el sector del agua «no ha estado bien financiado», ya que «no se le ha dado la importancia que requería» y piensa que ahora es el momento de darle un impulso. «Entre todos debemos unirnos para renovar infraestructuras, mejorar las inversiones y reforzar las estructuras con las que contamos para garantizar este bien», concluyó.

Lo de consumir agua embotellada no va con Pedro Barreiro. El director gerente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia arrancó ayer su intervención en Yimby Ercilla asegurando de forma jocosa preferir beber «del grifo». «La Universidad de Columbia dice que cada litro de agua embotellada tiene 400.000 nano plásticos que acaban en nuestro organismo», lanzó.

El responsable resumió en tres los retos a los que se enfrenta el sector del agua. El primero es la aplicación de la normativa sobre agua potable. El segundo, prepararse para las inversiones a las que habrá que hacer frente en los próximos años para cumplir con la normativa europea en materia de aguas residuales. Y por último, aprovechar la digitalización para ser más eficientes. «Los avances tecnológicos han venido para quedarse. Los sistemas inteligentes, como la introducción de fibra óptica o la IA son más rápidos y nos impulsan a actuar de forma inmediata en caso de que, por ejemplo, se produzcan fugas en tuberías», explicó.

El director añadió que el Consorcio ya ha enviado el segundo PERTE de digitalización del ciclo del agua para la mejora de los sistemas. «98 municipios forman parte del Consorcio. Del más grande al más pequeño y con la misma calidad», acabó.

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