Terry Basterra | Josu García
Sábado, 25 de febrero 2023, 12:48
Miles de personas se han manifestado este sábado en las calles de Bilbao para pedir al Gobierno vasco que «frene el deterioro de Osakidetza». Entre los asistentes había muchos sanitarios, pero también una gran cantidad gente de a pie de diferentes edades que reciben la ... atención de estos profesionales cuando acuden a un hospital o al centro de salud. Con su presencia querían mostrar su enfado por la situación que atraviesa la sanidad vasca. Algo que los usuarios perciben en el aumento de las listas de espera quirúrgicas o el incremento del tiempo que deben aguardar para ser atendidos en sus centros de salud. Los asistentes reclamaban «una atención sanitaria de calidad».
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La manifestación convocada por los sindicatos ELA, SATSE, SME, UGT, CC OO y LAB, y a la que se ha sumado ESK, contra «el desmantelamiento de Osakidetza». En un marcha por las calles de Bilbao (también ha habido protestas en Vitoria y San Sebastián), los representantes de los trabajadores han advertido de que los problemas de la Sanidad vasca son «estructurales» y han exigido una mayor inversión pública y tomar «decisiones políticas» para combatir «la precariedad, la temporalidad y la sobrecarga de trabajo».
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«Hemos venido a la manifestación porque Osakidetza está a día de hoy hecha unos zorros, tanto desde el punto de vista del usuario como del trabajador. Se están jubilando muchos profesionales y no hay relevo para ocupar esos puestos. A esto se suma que gran parte de la plantilla no es fija, por lo que hay mucha movilidad de profesionales en los equipos y esto repercute en el deterioro del servicio», explicaban Carmen Bernardos y Roberto Sánchez, conocedores de la problemática interna que viven a día de hoy los centros sanitarios de Euskadi.
Susana Andino, otra de las miles de asistentes, destacaba que la sanidad y la educación públicas «tenemos una joya, que es Osakidetza, y la tenemos que defender. Es un pilar de nuestra sociedad del bienestar. No podemos permitir que la atención sanitaria pase a depender del dinero que tenga cada persona en su cartera», añadía.
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La movilización ha sido la más numerosa de cuantas han tenido lugar en Euskadi en los últimos años en defensa de la sanidad pública. Prueba de su dimensión es que una hora pasó desde que la cabeza de la manifestación alcanzó la plaza Moyua hasta que pasó por el mismo lugar la cola de la marcha. La Policía Local cifró en 9.000 las personas asistentes. San Sebastián y Vitoria también registraron protestas multitudinarias.
La convocatoria corrió a cargo de los sindicatos ELA, SATSE, SME, UGT, CC OO y LAB. A ella se sumaron otras centrales como ESK y varias plataformas de ámbito sanitario. Entre ellas las formadas por los profesionales de Atención Primaria, la integrada por los sanitarios de Urgencias de Cruces o Basurto Bizirik, creada por trabajadores de este hospital. También se adhirieron diferentes colectivos ciudadanos, como el de pensionistas, de pacientes, agrupaciones vecinales personal sociosanitario de residencias de ancianos. Todos ellos con una misma idea: «defender una sanidad pública de calidad».
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Los principales problemas que afectan a Osakidetza, según enumeraban los sindicatos, son la falta de profesionales en algunas categorías sanitarias y unidades, la alta temporalidad de plantillas y la lentitud para resolver las OPE. «La situación de Osakidetza está entre las principales preocupaciones de la sociedad vasca y por algo será. La sociedad percibe la pérdida de servicios y la situación en la que estamos los profesionales. Los problemas se pueden solucionar, pero para ello Salud tiene que desbloquear antes la mesa sectorial, que se encuentra en esta situación porque así lo quiere Salud. Los sindicatos tenemos voluntad de negociar. A ver si la tiene también el departamento», indicaba Amaia Mayor, secretaria general de SATSE en Euskadi.
Esther Saavedra, de ELA, insistía en la misma línea. «Pedimos a la consejería voluntad política para solucionar los problemas de Osakidetza, que son estructurales y anteriores a la pandemia». «Se habla mucho de la escasez de médicos, pero lo que está detrás de esa falta son las precarias condiciones de trabajo en todas las categorías, con una temporalidad que ronda el 50%, bajas y jubilaciones que no se cubren y una sobrecarga de trabajo sistemática», denunciaba Saavedra.
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Uno de los últimos gestos de Osakidetza que ha encendido los ánimos de la plantilla ha sido la decisión de activar una nueva OPE sin resolver la anterior. Esto supone que miles de trabajadores van a tener que estudiar durante meses para los nuevos exámenes sin saber si han obtenido plaza en la anterior convocatoria. «Muchas de nosotras tenemos hijos pequeños y vamos a dejar de pasar otra vez tiempo con ellos para preparar un examen que no sabemos si tenemos que hacer», criticaban varias sanitarias.
Los sindicatos avanzaron que si Salud no comienza a solucionar los problemas existentes intensificarán las movilizaciones. No descartan convocar nuevas huelgas, como las del pasado año.
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