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Cómo convivir a metro y medio de distancia

Cómo convivir a metro y medio de distancia

Sin contacto. Bilbao empieza a ser una ciudad fantasma, con las calles mucho más vacías y la gente marcando distancias: «Se hace raro saludar a la japonesa»

Sábado, 14 de marzo 2020, 15:28

El viernes, en un paseo de un par de horas por Bilbao, uno se daba cuenta de una cosa: en este momento de la crisis del coronavirus, es como si la gente fuese por distintos capítulos de una misma serie de televisión, de esas ... que nos han enseñado a desenvolvernos en la distopía. Unos, los menos, continúan en la fase del enroque en la vida normal, de la tranquilidad más o menos impostada, incluso de la protesta por todo este latazo que les están dando. Otros han pasado ya al momento de la distancia social, de caminar como si todo el mundo pesase 300 kilos y hubiese que rodearlo dejando un espacio holgado entremedias. Y muchos han llegado ya al que, de momento, es el episodio más reciente de esta serie tristemente real: el de encerrarse en casa y salir solo en fugaces expediciones de abastecimiento. Evidentemente, a la mayor parte de este último grupo no se la encuentra uno por la calle, pero su existencia queda clara en la actitud de mucha gente que ha tenido que salir por obligación, condicionada por el trabajo o por alguna gestión ineludible, y que disculpa su presencia en la vía pública con cierto apuro, como si los hubiesen sorprendido haciendo algo muy feo.

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