El deterioro comercial y hostelero ha provocado durante el último año el cierre de numerosos negocios en Somera. maika salguero
Inseguridad en el Casco Viejo de Bilbao

«Mucha gente tiene miedo a pasar por Somera»

Vecinos y comerciantes de esta zona del Casco Viejo bilbaíno reclaman «presencia policial» para atajar la delincuencia y el «trapicheo de drogas»

Miércoles, 18 de agosto 2021, 00:55

Vecinos y comerciantes de Somera dicen vivir «atemorizados». Aseguran que muchas personas «ni se atreven» a atravesar esta calle a partir de las seis de la tarde por el incremento de la delincuencia, las peleas que tienen lugar «casi a diario» y el «continuo trapicheo ... de drogas». La inseguridad ciudadana en esta zona se disparó a finales del pasado julio a raíz de la viralización de un vídeo en el que se veía a dos jóvenes peleándose a cuchillazos.

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En las imágenes, difundidas en la mayoría de las televisiones nacionales, aparecían lanzándose sillas de un bar y hasta una tapa de alcantarilla. Uno de los participantes en la reyerta fue detenido y el otro tuvo que ser trasladado al hospital. Tanto vecinos como hosteleros han reclamado presencia policial para atajar una situación que, critican, se «le ha ido al Ayuntamiento de las manos. No puede ser que la Policía Municipal se dé una vuelta y luego no vuelva a aparecer o pase de largo sin intervenir», denuncian.

Vídeo. Pelea a navajazos en el Casco Viejo de Bilbao.

«Los camellos han encontrado un lugar ideal para desarrollar aquí su actividad impunemente»

quejas

Los residentes de Somera explican que la situación en absoluto es «nueva» y aseguran que «se veía venir» por la «inacción» municipal. «Desde primeras horas de la mañana tenemos a un mogollón de gente tirada en la calle, durmiendo, bebiendo y fumando de todo a la puerta de los establecimientos y portales e intimidando a los transeúntes». La preocupación entre el vecindario arreció «tras el confinamiento» y se ha acentuado en los últimos meses. Los propietarios de bares, tiendas y restaurantes advierten que están «pagando» los platos rotos y que el declive comercial es «cada vez más evidente. Es la ruina. Asistimos impotentes a una profunda decadencia», argumentan.

«Los clientes de los cada vez más escasos negocios y los visitantes ocasionales empiezan a pensárselo dos veces antes de pasar por esta calle, pero no ya a altas horas de la noche los fines de semana, como podría ser comprensible, sino cualquier mañana de un día entre semana. Otra mucha gente se da la vuelta en cuanto ve el percal que se encuentra por aquí», protestan.

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«A refugiarse en comercios»

Reina entre los comerciantes un temor cada vez más grande: «Muchas veces entran clientes a nuestras tiendas, pero no a comprar, sino por miedo, para protegerse y escapar de las broncas que ven fuera», confiesa la empleada de un local que prefiere guardar el anonimato. «Existe mucho temor a que nos puedan hacer algo si nos reconocen», argumentan.

Al igual que en otras áreas de la ciudad, la pandemia ha traído consigo la desaparición de numerosos negocios durante el último año. Sin embargo, los afectados están convencidos de que la bajada de persianas «tiene mucho que ver también con el ambiente actual tan enrarecido. Los comercios que con suerte sustituyen a los que bajan la persiana apenas duran unos meses. Somera siempre ha sido muy castiza y alternativa, pero lo de ahora es muy duro. Los que llevamos aquí muchos años hemos visto cómo esta arteria ha ido decayendo a pasos agigantados al pasar de una calle de potes a una de turismo de borrachera. Pero lo de ahora es inadmisible. Los altercados son cada vez más frecuentes y amenazan con volverse habituales», se quejan los residentes. «Somera es, por desgracia, una especie de centro de día de drogadictos y camellos. Han encontrado en este entorno un lugar ideal para desarrollar su actividad impunemente».

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El «hartazgo» ciudadano ha llevado a los vecinos a promover una recogida de firmas que han trasladado al Consistorio para que tome medidas e intente atajar el problema «antes de que sea imposible». Alertan de que el consumo de drogas amenaza con convertir la calle en «una extensión de San Francisco» antes que en parte de un circuito turístico que debería servir «para revitalizar la economía y la vida social de nuestra ciudad».

Poner en valor el «patrimonio de la calle para salir adelante»

En Somera no reina solamente el pesimismo y la zozobra por el cariz «tan complicado» que está tomando la zona. Es verdad que hay «mucho trapicheo», alertan los vecinos, pero también comienzan a emerger proyectos que pretenden aprovechar el tirón turístico de Bilbao en cuanto se supere la pandemia.

Al final de la calle, muy cerca de la iglesia de San Antón, varios operarios trabajaban ayer en la transformación de un viejo bar en un futuro 'hostel'. «Hay iniciativas que buscan poner en valor el patrimonio histórico y comercial de la calle que a buen seguro ayudará a elevar el nivel de la oferta hostelera. Es necesario visibilizar y apoyar estos proyectos antes de que la situación de deterioro que vivimos los eche por tierra de una forma definitiva».

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