Los edificios del entorno de diez estaciones de metro sufren niveles de ruido y vibraciones superiores al máximo legal. S. Llamas

El metro pretende reducir el nivel de ruido en el entorno de diez estaciones

El CTB diseña un plan a cinco años para reducir las vibraciones y la contaminación acústica con una inversión de 11 millones

Miércoles, 29 de mayo 2024, 00:56

Los edificios del entorno de diez estaciones de metro sufren niveles de ruido y vibraciones superiores al máximo legal al paso del suburbano. Así lo recoge un informe oficial que lleva la firma del centro de investigación Tecnalia, que ha servido de guía al Consorcio ... de Transportes de Bizkaia (CTB) para elaborar un plan que pretende mitigar esas molestias en cinco años. La entidad consorciada plantea invertir 11 millones de euros en medidas correctoras durante el próximo lustro como la sustitución de raíles, el mantenimiento de ruedas o la instalación de pantallas acústicas protectoras, entre otras.

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El objetivo es que los ciudadanos que viven en los puntos conflictivos no tengan que convivir con picos de más de 55 decibelios o las molestas vibraciones que genera el constante trasiego de trenes. La Organización Mundial de la Salud recomienda no estar expuesto a sonidos que superen esa barrera por la noche. Mientras, por el día la cantidad aumenta a los 65. Por ejemplo, una manifestación produce alrededor de 60 decibelios, una aspiradora 90 y un despegue de avión hasta 150.

11

millones de euros es la cantidad que se invertirá en los próximos cinco años para reducir el ruido y las vibraciones del metro.

La receta para reducir estos índices hasta niveles que permitan llevar un ritmo de vida normal está inventada y funciona. La puso en marcha el propio CTB hace siete años, con su primer plan de acción contra el ruido. Los resultados están más que probados: la cantidad de vecinos que estaban obligados a convivir entonces con una contaminación acústica por encima de los 55 decibelios eran 1.215. En el nuevo documento, que se expuso ayer a información pública, sitúa esta cifra alrededor de los 200. Esta cantidad no contempla los cientos de residentes en bloques de edificios afectados por las vibraciones cuando pasa el tren.

Las personas afectadas por la reducción de ruido o vibraciones no solo serán 200, sino urbanizaciones e inmuebles enteros. Aunque no soporten niveles por encima de los límites legales, verán reducido significativamente el impacto acústico generado por los trenes. Son vecinos que viven en zonas que el CTB ha identificado de acción prioritaria como Sopela, Berango, Getxo, Erandio, Santurzi y la estación de San Ignacio, en Bilbao, cada una de ellas con una casuística concreta.

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55

decibelios es el máximo recomendado durante el horario nocturno, mientras durante el día aumenta hasta los 65.

La totalidad de municipios afectados por el ruido que generan los trenes a su paso están ubicados en la margen derecha de la ría, pues es la parte del tramo que no está soterrada en su totalidad. La mayoría de trazado, de hecho, transcurre a cielo abierto, cerca de unas urbanizaciones pegadas a la vía. A la hora de realizar los cálculos de afección del sonido que puede generar el paso de los trenes para determinar las zonas en las que actuar, se ha prestado especial atención a aquellos entornos en los que por la noche se superan los 55 decibelios, el máximo recomendado. A partir de esta cifra, de hecho, se considera que puede afectar al estado de salud por causar molestias al sueño.

No obstante, en el caso de las edificaciones de tipo educativo, cultural y hospitalario, se ha utilizado el horario diurno como referencia, ya que se trata del momento de su uso. En este caso, el ruido razonable se considera por debajo de los 65 decibelios. De las cinco instalaciones calificadas como sensibles durante el anterior plan de acción, solo la fachada más expuesta del centro de Formación Profesional Tartanga, en Erandio, supera este índice. En el resto (el instituto de Sopela, el centro de salud de Sopela, Jado Ikastetxea o el instituto público Ategorri), los niveles de contaminación acústica se han conseguido reducir.

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Vibraciones

El única zona de Bilbao afectada es San Ignacio, donde los vecinos reclaman una solución desde hace años

Getxo, el más afectado

El principal municipio afectado por el ruido es Getxo, donde el propio plan de acción identifica que en los últimos años se han producido reclamaciones vecinales motivadas las molestias que provoca el paso del metro. El entorno más afectado es el cercano a la estación de Neguri, debido al chirrido generado por el desgaste de la vía. Ante esta situación, señala el informe elaborado por Tecnalia y el CTB, «se ha procedido a sustituir el carril». Los problemas acústicos de esta zona ya provocaron que hace cuatro años se instalaran pantallas acústicas vegetales que absorbieran el sonido.

La única zona afectada de Bilbao es el entorno de la estación de San Ignacio. El barrio es testigo desde hace más de una década de manifestaciones vecinales por la vibración a la que el paso del metro somete a los edificios de Lehendakari Aguirre. Aunque en los últimos años se han realizado numerosas intervenciones en la zona como la renovación de las vías, el interior de los edificios residenciales continúa sintiendo el paso de los trenes. De esta manera, se esperan más actuaciones que mitiguen el impacto.

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El caso de Santurtzi, el único municipio de la margen izquierda afectado, es similar. Las viviendas de la calle Hermanos Larrate -de cinco alturas y de antigua construcción- vibran de forma significativa cuando el metro les pasa por debajo. Durante los últimos cuatro años se han realizado mediciones sobre su impacto en el exterior de los inmuebles, acción que se llevará este año a su interior. En el caso de que exista algún incumplimiento, «se realizará alguna valoración de solución antivibratoria».

El suburbano suma 24 millones de viajes en el primer trimestre

Después de registrar el mejor año de toda su historia, y todavía a la espera de unos datos sobre abril que se prevén récord por la movilización que supuso la final de Copa y sus celebraciones, Metro Bilbao continúa rompiendo su techo. Por primera vez desde que se puso en marcha el servicio, el suburbano ha registrado en cada uno de los primeros tres meses del año ocho millones de viajes. Es decir, entre entero y marzo se ha cancelado hasta 24 millones de veces un viaje para entrar al Metro. El otro principal transporte del territorio, Bizkaibus, también ha visto cómo ha aumentado su número de pasajeros respecto al año anterior. Un total de ocho millones de usuarios se han subido durante los primeros tres meses del año en uno de los autobuses forales. Es también una cifra récord, que coincide con el momento en el que este medio de transporte ha integrado los abonos mensuales que hasta finales de diciembre solo se podían usar en el metro.

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