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Los datos oficiales todavía no se han hecho públicos, pero se estima que en los primeros 13 días de julio se realizaron más de 2,5 millones de desplazamientos en el metro sin que los viajeros pudieran beneficiarse de la anunciada bonificación del 50% de ... descuento. Una rebaja que los usuarios habituales venían (y continúan) disfrutando desde el verano de 2022. Las autoridades atribuyeron esta circunstancia a un «error de planificación» del Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB), cuyos consejeros no se reunieron a tiempo para dar curso a este trámite legal. Lo cierto es que, por ejemplo, con cada movimiento en el suburbano con la Barik, los usuarios perdieron alrededor de 50 céntimos por un problema al que fueron totalmente ajenos y en el que no tenían responsabilidad alguna.
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Ahora, casi tres meses después, se ha abierto una vía para que las instituciones compensen a los ciudadanos afectados. Antes de las vacaciones, el grupo de EH Bildu en Juntas Generales redactó una iniciativa para que la Diputación exigiera al órgano competente (el CTB) la devolución «inmediata y directa» del dinero cobrado indebidamente. Su texto era contundente y pedía una solución que se pudiera ejecutar en un plazo corto de tiempo. Ahora, parece que el PNV y el PSE tienen voluntad política para llevar a cabo esta medida u otras que permitan resarcir a las personas que realizaron aproximadamente esos 2,5 millones de viajes.
2,5 millones de viajes se estima que se realizaron en los primeros 13 días de julio en Metro Bilbao sin bonificación por la incapacidad del CTB para reunirse y aprobar en tiempo y forma la anunciada prórroga de los descuentos hasta el 31 de diciembre.
Existe presupuesto La compensación a los clientes sería posible dado que hay presupuesto consignado para esta medida. Hay que recordar que el Estado pone el 20% de la rebaja y el otro 30% corresponde a las autoridades locales.
Hace unos días, los socialistas confirmaban a este diario que estaban «estudiando» mecanismos para subsanar el supuesto fallo. Y, el martes, a 90 minutos de que expirara el plazo legal establecido por la Cámara vizcaína, el PNV y el PSE registraron una enmienda a la propuesta de EH Bildu. A la espera de conocer su contenido exacto, fuentes jeltzales avanzaron que esta iniciativa pretende que el CTB «aplique las medidas más adecuadas para tratar de compensar a la ciudadanía que se vio afectada».
A partir de aquí se abren varias posibilidades. Lo que resulta seguro es que el asunto se dilucidará el próximo día 27, en el transcurso del siguiente pleno de Gernika, que será el primero de carácter ordinario de la legislatura. Lo que no se sabe es si este foro, en el que PNV y PSE tienen una holgada mayoría absoluta, aprobará la propuesta de socialistas y jeltzales o si se llegará a una entente con EH Bildu para transaccionar un acuerdo con un respaldo mayor. Lo que a esta hora sí parece más o menos claro es que se devolverá el dinero, ya sea de una manera u otra. Al menos esa es la intención.
¿Y cómo se hará esta devolución? Aquí el asunto adquiere cierta complejidad. Seguramente los pasos a seguir tendrán que ser consultados con técnicos e informáticos, ya que, afortunadamente, los títulos de transporte actuales, como el Creditrans embebido en Barik o los bonos mensuales, dejan un rastro electrónico. De esta forma, en muchos casos, se podrá saber quién y cuántos viajes se han realizado en esos 13 días. No obstante, recuperar y procesar esos datos requiere de trabajo y tiempo.
Aunque es algo que está todavía por definir, se pueden agrupar los clientes afectados en dos grandes colectivos. Los que viajaron con una tarjeta Barik personalizada (las que son nominativas y cuentan con la fotografía del propietario) y los que se desplazaron con una 'txartela' anónima.
En el primero de los casos, todo sería más sencillo. Aunque dentro de este conjunto hay dos casuísticas: los que pagaron con tarjeta de crédito y los que lo hicieron en metálico. Si el usuario realizó un abono con medios bancarios, la devolución podría ser prácticamente inmediata. En el otro caso, tampoco habría demasiado problema: se le mandaría un mensaje para reintegrar el dinero (se podría inyectar la cantidad en la Barik). Todo sería más complicado para los que usan una tarjeta anónima. En este supuesto, los clientes tendrían que sacar los viajes realizados (se puede en la web o en la aplicación del móvil) y presentar una reclamación.
Pago con tarjeta de crédito: Aquellas personas que compraron sus títulos temporales o viajaron con el monedero usando la tarifa Creditrans embebida en la Barik podrían recibir un reintegro bancario inmediato, ya que el CTB sabe quién, cómo y cuándo se viajó en estos 13 días de julio.
Pago en metálico: La cosa se complica un poco más, ya que el CTB tiene todos los datos, pero tiene que decidir cómo devuelve el dinero. Podría inyectar el saldo en la propia Barik o mandar un mensaje y acordar una cita en una oficina de atención al cliente para devolver el dinero o tramitar una transferencia bancaria.
La buena noticia es que todos los desplazamientos quedan registrados. Se pueden consultar por Internet, mediante la app o en las expendedoras del metro. Ahora bien, el CTB sabe que se hicieron los viajes pero desconoce a quién pertenece cada tarjeta. Por eso, el usuario debería extraer los movimientos afectados y presentar una reclamación.
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