Metro Bilbao estudiará el acceso de perros de más de ocho kilos a los vagones

A la cita han asistido cuatro de promotores de la iniciativa, entre ellos el activista Pablo Muñoz, del blog Pipper On Tour. En enero, Metro Bilbao cerró la puerta al acceso de mascotas de más de 8 kilos, con la excepción de los de asistencia. Entonces, los responsables del medio de transporte público más utilizado de Bizkaia manifestaron su temor a posibles problemas de seguridad o a que haya un retroceso en el número de viajeros, dos argumentos que han repetido durante el encuentro de este miércoles. Sin embargo, ahora han admitido que son conscientes de que la sociedad vizcaína no es la misma que hace 14 años, cuando Metro Bilbao fue pionero en permitir el acceso a las mascotas de menos de 8 kilos, y de que, especialmente tras la pandemia, hay una mayor concienciación y sensibilidad hacia los animales.

Los dueños de canes de mayor tamaño decidieron unir fuerzas en enero, después de este periódico hiciese público que Metro Bilbao había decidido dejar intacta la normativa y cerrar definitivamente la puerta a los ejemplares más grandes. El argumento de la empresa se fundamentaba en «el análisis de las incidencias que ha reportado el viaje con animales en los últimos años, así como su afección a la seguridad en la circulación, aconseja mantener las limitaciones actuales». El suburbano alegó también que las leyes de protección animal, tanto la estatal como la autonómica, respetan las condiciones de acceso de mascotas que tenga cada operador de transporte sin imponer ninguna obligación.

Los dueños de canes agrupados en la plataforma no son ni los primeros ni los únicos en pedir el acceso de animales de más de 8 kilos. En 2016, el Ayuntamiento de Bilbao solicitó, a través de una moción plenaria, que pudieran viajar sin restricción de peso y tamaño, y en junio de 2020 las Juntas Generales pidieran de forma unánime que Metro Bilbao y Bizkaibus unificasen criterios de admisión con el resto de los operadores del territorio que sí permitían la entrada de perros grandes y otras mascotas. Renfe Cercanías y Feve dejan a sus usuarios llevar gatos, hurones, aves de compañía y canes de todos los tamaños, siempre con bozal y sujetos con una correa. En los trenes y tranvías de Euskotren, – también en La Línea 3– los perros más corpulentos acompañan a sus dueños si no son de raza potencialmente peligrosa y viajan atados.

Metro Bilbao es ahora uno de los sistemas ferroviarios urbanos más restrictivos de España detrás del de Sevilla, que no permite la entrada de ninguna mascota, y de los de Valencia y Málaga, que solo las dejan pasar en transportines. Los vagones del bilbaíno abrieron el 1 de enero de 2011 sus puertas de forma gratuita a perros y gatos de menos de 8 kilos. Los felinos deben viajar en transportín, mientras que a los perros se les permite ir también en brazos o atados, aunque se vetó la entrada a los considerados de raza potencialmente peligrosa. Los colectivos animalistas protestaron asegurando que los canes de tamaño pequeño apenas llegan al 10% del total.

David Fernández, uno de los propietarios que ha requerido a Metro Bilbao que modifique su criterio, inició una recogida de firmas, que ya suma más de 14.000 apoyos, a la que se sumaron otros promotores de la iniciativa, como Iñaki Valentín. Las primeras campañas para lograr el mismo objetivo en las redes se iniciaron hace más de 7 años. «Son conscientes de que un servicio público tiene que atender a las nuevas realidades. De que tienen que revisarlo y decidir si mantienen o amplían la norma para adecuarse a a la realidad europea», ha aclarado Valentín tras la reunión.

Los dueños de mascotas han insistido en que los perros de cualquier tamaño pueden viajar sin ningún tipo de pega en Renfe o en Euskotren, por lo que se trata de un «contrasentido» que puedan ir en la Línea 3 desde Otxarkoaga hasta el Casco Viejo y no montarse allí para viajar hasta Getxo o Plentzia en la 1. Y que muchos turistas de países avanzados en temas de bienestar animal pueden verse contrariados porque se permite viajar con ellos en la Línea 3 de Euskotren pero no en la 1 y 2. Además, han insistido en el impacto medioambiental de la negativad del metro de permitir la entrada de perros de más de 8 kilos, ya que ello obliga a las familias a desplazarse en coche privado por ejemplo para ir al veterinario en un contexto en el que se impone una reducción de emisiones que ha motivado la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en el centro de la ciudad. También apelan a la «responsabilidad social» del suburbano, ya que «España tiene la tasa más alta de abandono de animal de la Unión Europea y facilitar la movilidad repercutiría en que más personas se animasen a cuidar de una mascota», han zanjado.