La metamorfosis urbana de Bolueta avanza con 236 pisos que se levantarán en dos años

Los primeros trabajos arrancaron a principios de los años 2000 con la recalificación del suelo para pasarlo de industrial a residencial. A partir de ahí se comenzó a trabajar en la construcción de siete edificios lineales, perpendiculares a la ría, que pretendían simular las siete calles del Casco Viejo. Dos de los bloques construidos, de color oscuro, fueron impulsados precisamente por Visesa. Cuentan con casi 300 pisos que ya se pusieron a la venta. Los otros dos blanquecinos son de Neinor y agrupan 328 domicilios de venta libre. Ahora, el macroproyecto afronta la que será su última fase: dos de los tres edificios de alquiler social y venta libre que quedan se erigirán «en dos años», según han confirmado ambas entidades. En total, el proyecto de Bolueta contemplaba levantar cerca de un millar de pisos. Y de los mismos, el 70% ya están terminados.

La entidad del Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, liderado por el socialista Iñaki Arriola, ha iniciado de forma reciente la edificación del penúltimo bloque que contará con 144 viviendas públicas. Las máquinas comenzaron a excavar hace unos meses en el solar más próximo a la chimenea de Santa Ana. Así, el nuevo edificio se levantará muy próximo a los otros dos que ya se entregaron. Aseguran que el principal objetivo de este gran proyecto urbanístico es «atender al reto de la vivienda en el municipio de Bilbao», además de acelerar «la conformación efectiva del derecho a una vivienda digna y accesible para las personas que lo necesiten». Y no es para menos. En Bizkaia hay 59.845 vecinos que residen en casa de algún familiar o tutor, pero que confiesan querer emanciparse pronto, según la última encuesta sobre necesidad y demanda realizada por el Observatorio vasco de la Vivienda. De ellos 37.643 cuentan incluso con los ingresos necesarios para poder independizarse sin problemas.

Para llevar a cabo la operación, Visesa ha invertido 32 millones de euros. De los 144 pisos, 117 serán de dos dormitorios y el resto de tres habitaciones. Próximamente a estos pisos se sumarán otros 175 domicilios, también de arrendamiento público, que la sociedad prevé «licitar a finales de este mismo año», aunque de momento no han dado ninguna fecha de entrega. La finalidad es convertir Bolueta en un referente del alquiler público de Bizkaia. Sobre todo después de que la Ley Vasca de Vivienda de 2015 exigiera a las administraciones impulsar promociones protegidas destinadas al alquiler antes que a la compra.

Por otro lado, Neinor, el otro protagonista de esta transformación, también ha confirmado que la torre que les queda por levantar al otro lado del puente se terminará antes del último trimestre de 2026. La compañía ya ha solicitado la licencia municipal de obras y espera recibir el permiso «sobre la primavera para arrancar las obras en verano». Se trata de un bloque de 92 viviendas en 23 alturas, que tendrán garajes y trasteros, además de gimnasio, sala gourmet y espacios comunes. Estas se añadirán a las 328 que la constructora concluyó en el año 2021. «Bolueta es uno de los desarrollos más importantes de Bilbao. Para nosotros coger una zona en la que había fábricas y convertirla en una urbanización con gran atractivo es un reto importante y en el que queríamos participar», asegura Iñigo Ibarra, director territorial de Neinor en la zona norte.

La compañía sostiene a su vez que gracias a estas viviendas, que «cumplen con los criterios de sostenibilidad», el «52% de los compradores estarán adquiriendo su primera vivienda en propiedad». También apunta que las zonas comunes mejorarán la «calidad de vida de las familias».