Comerciantes de la Ribera alertan de los precios al alza: «Cuanto antes congelen más ahorrarán»

Los comerciantes del Mercado de La Ribera, la plaza de abastos con más solera de Bizkaia, llevan meses tratando de mantener los precios. Aseguran que repercuten el mínimo posible a los consumidores y les instan a adelantar ciertas adquisiciones. «Han subido y lo seguirán haciendo. Cuanto antes compren y congelen más ahorrarán, y además después igual no hay genero suficiente para surtir a todo el mundo», dice Pablo Fernández, de 51 años, en su mostrador repleto de brillante pescado que parece recién sacado de las bravas aguas del Cantábrico.

En el encarecimiento de las capturas, explica desde su cuarto de siglo de experiencia en el sector, influye el alto coste actual de los aranceles, que hace que baje menos género del Norte, lo que reduce la oferta. Además, noviembre y diciembre son meses complicados en el mar porque los temporales dificultan la pesca. El remate es el 'efecto Navidad': todo el mundo quiere comprar lo mismo cuando menos hay. El besugo ya se ha encarecido mucho en un mes «porque hay poco», asegura este profesional. Está por unos 49 euros el kilo, 15 más que hace cuatro semanas. El precio de la lubina y de la dorada ha crecido en un 20%. «Después del puente de diciembre subirá más aún», augura. Ahora, asegura, la merluza de anzuelo está muy asequible, por menos de 12 euros, y también los percebes, por 40. Su coste podrá incrementarse en más de 100 de aquí a Navidad, aunque dependerá de si «hay buenas o malas mareas».

Muchas personas ya están empezando a hacer acopio de besugo y de pulpo fresco por 15.95 euros el kilo, según relata. Otros también han comenzado a llenar el congelador de solomillo de ternera y de vaca por 32 y por 29 euros, respectivamente, ya que podrán costar 10 más en unas semanas. «También se llevan rabo y carrilleras», dice Santos Campo, que trabaja en el mercado desde hace 43 años. Recomienda adelantar ciertas compras, porque este año «viene raro y creo que los productos van a subir más que otras navidades».

Los comerciantes de carne están pagando más por el género desde hace meses. Por un lado, porque ha caído de forma espectacular el tamaño de la cabaña y crecido el coste de electricidad en las granjas, el del gasóleo de los tractores y el del cereal con el que se alimenta al ganado. Una parte llega del extranjero. De América.

De momento, la ternera en canal (que depués despieza el propio carnicero) ya ha subido entre un 10 y un 15%, pero ellos apenas han repercutido la mitad al consumidor, explica Jon Ander Ibarra, que lleva 47 años despachando carne de vacuno en La Ribera. Como la tendencia es que todo siga disparado, da un par de consejos para la Navidad. «Que no se compren exquisiteces. Todos queremos percebes y besugo cuando menos hay, así que se paga lo que no está escrito. Que se coman cosas más normales que están ricas. Si lo importante es reunirse».