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Mercabilbao prevé mover más de 20.000 toneladas de productos en diciembre. Juan Lazkano

Mercabilbao contiene los precios y anticipa una campaña navideña con menos ventas de pescado

La uva y la almeja son los productos típicos de estas fechas que más se encarecen por las condiciones meteorológicas de este año

Viernes, 15 de diciembre 2023, 10:19

Se acercan las navidades y, quien no ha sido previsor, apura las compras. La mayoría de productos disponibles en comercios de barrio y tiendas de cercanía tienen un origen común: Mercabilbao. El principal mercado de abastecimientos del norte de España se encuentra en estas fechas ... inmerso en la campaña navideña, con la que espera rematar un año en el que «pese a todo, los productos se han comercializado bien», resume su director general, Aitor Argote.

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«Ya se ha dado el pistoletazo de salida para las navidades», afirma el concejal de Desarrollo Económico, Comercio, Empleo y Turismo de Bilbao. Xabier Ochandiano explica que la previsión es que en diciembre se muevan 21.125 toneladas de alimentos, el 10% de las ventas anuales. La cifra es ligeramente superior a la del año pasado gracias, fundamentalmente, a la fruta y hortaliza (se espera comercializar en diciembre 19.055 toneladas). La venta de pescado y el marisco, en cambio, experimenta un ligero bajón.

Hay cierto ajetreo a primera hora de la mañana, aunque lo 'gordo' de la subasta ya ha ocurrido de madrugada. A pie de puesto, José Araújo, de Araumar, vaticina que «va a faltar de todo» en las mesas navideñas en lo que se refiere a marisco. «Hay poco género», sobre todo por las trombas de agua que han caído este año en la costa gallega, de donde proviene la mayoría de los productos. Una situación que ha mermado la cosecha de almeja, aunque no sólo.

«Hay muy poco percebe y el que hay está caro». Lo tiene a unos 40 euros el kilo, «casi el doble» que de normal. Claro que, en función de la variedad y, sobre todo, de la calidad, puede rondar los 200 en algunos otros puestos. Hay que tener en cuenta que se trata del precio para mayoristas; los productos se encarecen hasta llegar a los mostradores. «Hay poca oferta y mucha demanda», resume Araújo, que lleva cerca de 40 años en el sector. «La campaña ha ido bien, aunque ya no es lo que era», considera.

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Por su parte, Paco Gallego, de Angulas Ibaialde y Pescados Arrainko, explica que el precio «no se ha disparado como otros años» pese a la inflación. La gente, además, «ha sido previsora» y ha congelado ya besugo, calamares, cigalas...

La anchoa, «el revulsivo»

La caída en las ventas de pescado y marisco se explica por «los cambios en los hábitos de consumo». «La gente cada vez compra menos en pescaderías, y muchos cierran porque tampoco hay relevo generacional. Falta savia nueva», continúa Gallego. En este sentido, sostiene que «la forma de consumir ha cambiado» porque «la gente ya no tiene tiempo» de hacer la compra en comercios de proximidad. Suficiente tienen con ir al súper al final de la jornada laboral.

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En cualquier caso, el año «no ha sido malo», abunda Argote, director general de Mercabilbao. En el caso del pescado, la anchoa «ha sido el revulsivo que ha mantenido» las ventas, ya que la campaña de primavera «fue muy buena». Espera que las navidades supongan un «arreón» para «igualar» las cifras de ventas del año pasado.

Respecto a la fruta, la estrella de final de año sigue siendo la uva, que está más cara que de costumbre. La variedad aledo, la más habitual para consumir con las campanadas, ronda los cuatro euros el kilo. El incremento se debe a la «mala cosecha y falta de producción», tanto en España como en ultramar, «y no por las fechas», explica Lisardo Dapia,de Frutas Olmo. «Hay mucha menos cantidad», añade.

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No obstante, los veteranos del lugar se dejan llevar por la nostalgia y lamentan que los días de gloria, en los que apenas cabía un alfiler entre los puestos, quedan ya muy lejos. «En los últimos cuatro o cinco años esto ya anda un poco de capa caída», sostiene Javier García, de Bilbogarra. Se dedica a distribuir artículos de complemento para los comerciantes, como bolsas, cuchillería, embalaje... Este veterano recuerda cómo hace unos años «había tortas» por hacerse con los puestos que quedaban libres en Mercabilbao. Este viernes, en cambio, se veían varios vacíos. «Esto no se había visto en 50 años. No hay relevo generacional».

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