La trágica huida de una mujer maltratada EN IRALA

La memoria negra ·
Una mujer nigeriana embarazada de 8 meses murió en 2004 al tirarse por la ventana para huir de su marido, al que había denunciado cinco veces por malos tratos

Ainhoa De las Heras

Miércoles, 30 de enero 2019, 00:32 | Actualizado 11:52h.

'Endurance' significa «aguante» en inglés. Una mujer nigeriana de 33 años con este nombre resistió lo indecible hasta que murió lanzándose por la ventana de un cuarto piso, en el barrio bilbaíno de Irala, el 2 de febrero de 2004. Soportó continuos malos tratos físicos y psicológicos por parte de su marido, Elvis O., de 36 años y también de Nigeria, «por dependencia emocional, económica, por vergüenza y porque temía que le podían quitar la guardia y custodia de su hija», explicaban entonces desde los servicios sociales que la atendieron pero que no lograron conseguir que saliera de aquel infierno.

Alta y corpulenta por fuera, con el pelo negro y trenzado, era una «mujer espectacular, llamaba la atención», según sus vecinos, aunque el acoso al que le sometía su compañero la había convertido en una persona «áspera e introvertida».

Le había denunciado por malos tratos hasta en cinco ocasiones e incluso estuvo con su hija en el centro para víctimas de El Refugio. «Cuando una mujer da ese paso, nunca es en la primera agresión. Es un ciclo presión-agresión-perdón», explicaba entonces una especialista que trabajaba con maltratadas, cuya reflexión sigue siendo válida en la actualidad. Pero al final, Endurance siempre regresaba con él y acudía a retirar las acusaciones. Meses antes, un juez había dictado contra Elvis O. una orden de alejamiento de 500 metros y había sido detenido en dos ocasiones por incumplirla.

Llevaban en Bilbao dos años. Antes habían vivido en La Coruña. El problema venía de lejos. La relación «era muy conflictiva y estaba deteriorada y cronificada». Aquel día, hubo una fuerte discusión en la vivienda que ocupaba de alquiler la pareja junto con su hija de ocho años, en la calle Batalla de Padura de Irala. Era un cuarto piso. La niña se había metido ya a la cama. La Ertzaintza sospechaba que previamente Endurance había sufrido una agresión por parte de su marido porque hallaron manchas de sangre en las paredes. La mujer estaba embarazada de ocho meses.

Según la sentencia de la Audiencia provincial vizcaína, que condenó al hombre a 19 años y medio de prisión por un delito de homicidio en octubre de 2016, «no está probado que el acusado empujara a su esposa hacia el vacío», pero la muerte fue consecuencia del «miedo atroz» de la víctima.

El hombre la había encerrado en la vivienda. La «agresión permanente» en la que vivía, la llevó a «intentar poner fin a su vida o a tratar de escapar de la casa de una forma absolutamente imprudente», según la resolución judicial. Se lanzó desde la ventana de la cocina. El tribunal le condenó además a pagar 39.000 euros y le retiró la patria potestad de la hija del matrimonio, que tras la desaparición de su madre fue trasladada a un centro de menores.

El ruido «estremecedor» del impacto contra el suelo empujó a los vecinos a asomarse a la calle después de escuchar «gritos y golpes» procedentes del piso donde vivía Endurance. Había caído golpeándose en los voladores de los pisos inferiores. La cría corrió escaleras abajo para intentar ayudar a su madre y se acercó a ella gritando: «¡Mami, mami!». También el causante de la tragedia bajó a la calle y le hizo el boca a boca y un masaje cardíaco mientras le susurraba. «No te mueras». Pero era demasiado tarde.