El pique que mató a Julen en Artxanda

Ainhoa De las Heras

Miércoles, 13 de marzo 2019, 00:52

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Hay crímenes en los que no es necesario emplear una navaja o una pistola, pero obtienen el mismo doloroso resultado. A Julen le arrebató la vida un conductor, que iba picado con otro coche sin identificar, en Artxanda en el verano de 2007. Dejó a una bebé de pocos meses huérfana, una viuda de 32 años y a toda una familia con el corazón roto. Su muerte consiguió algo bueno, unió a los moteros en una multitudinaria marcha de protesta por las calles de Bilbao, que concienció mucho más que cualquier campaña de la Dirección General de Tráfico.

El terrible accidente se produjo a mediodía de un soleado 20 de julio de hace once años en la carretera Bi-3741, entre los altos de Enekuri y Santo Domingo, a su paso por Artxanda. Detrás de cada víctima de tráfico emerge una historia personal truncada. Julen se dirigía con su 'Yamaha YZF' a examinarse del carné de tráiler que se quería sacar. Miembro de una familia de relojeros, acababa de empezar a trabajar en Saneamientos para el Ayuntamiento con la «ilusión» de librar los fines de semana «para estar con la cría».

Tenía otra pasión, el Athletic. De forma altruista, cada partido en casa o cuando jugaba el equipo femenino en San Mamés, ejercía de 'taqueador', se conoce así a los voluntarios 'pisadores' del césped que pasean por la hierba y van cubriendo los agujeros abiertos por los tacos de las botas de los jugadores. Cocinaba bien, su plato estrella eran las setas, y amaba las motos, solía hacer rutas con su mujer de 'paquete'. Pero tuvo la mala suerte de cruzarse en su camino con Francisco Javier J.S., que entonces tenía 32 años, y conducía un 'Audi S3'.

Según el atestado de la Ertzaintza, que citaba a varios testigos, el 'Audi' parecía ir picado con un 'Seat León' con las lunas tintadas, que nunca llegó a localizarse, y pegado detrás de él realizó un adelantamiento múltiple a al menos dos coches por el carril contrario. El fiscal llegó a calificar su actitud de «maliciosa». Según un informe pericial presentado por la acusación particular, en el momento del impacto podía circular a 115 kilómetros por hora cuando la velocidad máxima para la vía era de 50. En el juicio, él alegó que «sólo pretendía adelantar a una furgoneta, pero que «como no había hueco», se vio obligado a continuar con la maniobra.

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El juez condenó a Francisco Javier a tres años y medio de cárcel y seis más de retirada del carné. No le aplicó la pena máxima de cuatro años porque no tenía antecedentes. Según la sentencia, que fue confirmada por la Audiencia vizcaína, incurrió en «conducción temeraria» al «omitir las normas de cuidado más elementales», «a velocidad excesiva y sin guardar la distancia de seguridad». El accidente «podía haber tenido peores consecuencias» porque creó «situaciones de riesgo evidentes para el resto de usuarios de la vía». El 'Seat León' esquivó la moto, pero el conductor del 'Audi' «no divisó» a Julen, que avanzaba «correctamente» por su carril, y se empotró contra él. Como en todos los accidentes con vehículos de dos ruedas implicados, el peor parado suele resultar el motorista. Julen salió despedido y falleció prácticamente en el acto. El 'Audi' se estrelló contra un seto. Cuando lo revisaron los policías, aún tenía metida la sexta marcha.

El fallo obligó a Francisco Javier a pagar hasta el casco y los guantes de su víctima, además del traje de cuero que acababa de estrenar. Su seguro se encargaría de indemnizar a la familia, si es que el dinero puede subsanar la pérdida de una vida humana.