
Cosido a balazos y puñaladas en Sopuerta por un 'BMW'
La memoria negra ·
Dos chicos de 20 y 21 años mataron a Gaizka Echevarría, dueño de una tienda de 'cannabis' en Santutxu, enterraron su cadáver y se quedaron con su coche en noviembre de 2008Secciones
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La memoria negra ·
Dos chicos de 20 y 21 años mataron a Gaizka Echevarría, dueño de una tienda de 'cannabis' en Santutxu, enterraron su cadáver y se quedaron con su coche en noviembre de 2008El caso de Gaizka Echevarría saltó a las páginas de los periódicos cuando su familia denunció la extraña desaparición del joven bilbaíno de 30 años. Recién casado hacía sólo tres con su novia de toda la vida, regentaba una 'growshop', tienda especializada en el cáñamo (cannabis) y sus derivados, en el barrio de Santutxu. Sus padres y su novia, estudiante de Medicina, se temían «lo peor» y sus malos augurios se cumplieron. Gaizka había ido con unos 'amigos' a comer a Sopuerta el día 11 de noviembre de 2008. Él condujo hasta allí su 'Bmw M3'. Nunca regresó y nadie volvió a verle con vida. Había dejado la tienda con la persiana abierta y no llevaba encima ni siquiera el DNI. Su salida parecía momentánea, pero se convirtió en definitiva.
En los primeros momentos, Hatim y Jony, los chicos de 20 y 21 años con los que había quedado el día de autos, negaban cualquier relación con su desaparición. Finalmente, quince días después de los hechos, Jony, martirizado por los remordimientos, se derrumbó cuando estaba siendo interrogado como testigo por la Ertzaintza. El joven terminó revelando a los investigadores que ambos habían matado a Gaizka y les indicó dónde habían enterrado el cadáver, en una vaguada junto al colegio San Viator, en Sopuerta. La Policía autonómica detuvo a los dos sospechosos, y también a la novia de Hatim, que estaba en la casa en el momento del asesinato, aunque luego quedó fuera de la causa.
Según se supo después y se confirmó en el juicio con jurado, que se celebró en enero de 2012, llevaron a Gaizka al chalé en el que vivían de alquiler Hatim y su novia en el barrio La Baluga de Sopuerta. Al entrar al garaje, Hatim le disparó cuatro tiros en la cabeza y éste cayó al suelo, aunque seguía vivo. Después, entre los dos le asestaron más de veinte cuchilladas por el cuerpo, algunas mortales de necesidad. Ambos limpiaron la sangre y envolvieron el cuerpo en una bolsa para trasladarlo en un coche, que previamente habían robado, hasta una zona de arbolado cercana. Allí, cavaron un foso y lo enterraron. También compraron combustible y prendieron fuego al turismo para eliminar huellas. Jony se quemó en la cara. Esa marca despertó las sospechas de los ertzainas, que estaban convencidos de que les ocultaba información.
Según la sentencia, «la finalidad del crimen» fue la de quedarse con el coche de Gaizka, un 'Bmw M3'. Dos días después de los hechos, cuando aún no se había encontrado el cadáver, Hatim tuvo la frialdad de presentarse en la oficina de la Jefatura Territorial de Tráfico de Bilbao con el DNI de Gaizka. Se hizo pasar por él y falsificó su firma para realizar una transferencia de la propiedad del coche a su nombre. Después del asesinato, le había arrebatado las llaves del bolsillo.
¿Qué habría pasado si Jony no confiesa? El tribunal, probablemente con el caso de Marta del Castillo en mente, reconoció ese gesto como un acto de colaboración con la investigación, lo que «permitió recuperar el cuerpo y entregárselo a la familia» y le rebajó la pena. Hatim fue condenado a 25 años de prisión por los delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento, además de falsificación de documento, robo con violencia, tenencia ilícita de armas y falta de hurto. La condena de Jony fue de 15 años de cárcel.
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