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Un beso de película entre Kea y su dueño, Mikel Losada. Borja Agudo
La mascota de... Mikel Losada: «Es ella la que me pasea a mí»

La mascota de... Mikel Losada: «Es ella la que me pasea a mí»

Mikel Losada | Actor ·

Gran amante de los animales, de pequeño rescató a una paloma con el ala rota «que luego volvía a casa a por comida». También adoptó culebras, grillos, tortugas, peces... «Mi primer perro lo tuve con 8 años. Si no me lo quedaba lo iban a sacrificar».

Olatz Hernández

Domingo, 15 de abril 2018, 00:58

El actor Mikel Losada y Kea hacen honor al tópico de que los perros son el reflejo de sus dueños. Esta joven border collie tiene grandes dotes interpretativas y lo demuestra siempre que puede: basta una mirada, una palabra en euskera o un gesto para que haga todo tipo de trucos. Hasta posa para las fotos que ilustran este reportaje. «Es extremadamente lista. Nunca la he adiestrado. Con tres meses era tan solo una bolita y ya sabía dar la pata y sentarse». Ahora, con cuatro años ha crecido de tamaño, pero sigue teniendo un espíritu de cachorro.

Cuando mascota y dueño aparecen en la Plaza Unamuno, la primera va atada con correa y tiene una apariencia tranquila. La apariencia se queda en eso y en cuanto Mikel la suelta se convierte en una mancha borrosa que corretea a su alrededor. «Es puro nervio. Cada día paseamos hasta el Euskalduna y también me la llevo de poteo, aunque ella todavía no toma nada», bromea el actor. La entrevista tiene lugar en una terraza. Kea se tumba bajo la mesa y de vez en cuando levanta una oreja, como si supiera que están hablando de ella.

«Le chifla la nieve»

«Llevaba mucho tiempo queriendo un perro. Me la ofrecieron y la cogí». Así de simple. Sin embargo, compaginar una vida dedicada al mundo del espectáculo y una mascota es todo un reto. «Tiene varios dueños, casi todo amigos, que se la quedan cuando estoy fuera. Días antes de que me vaya ella ya lo sabe, es muy intuitiva». Los recibimientos son un despliegue de atenciones y carantoñas: «Salta, te chupa la cara...».

Cuando está suelta es muy independiente, pero cuando Mikel la llama vuelve al instante. Es cariñosa y se acerca a saludar a cualquiera que pase a su lado. Eso sí, tiene su némesis particular: el camión de la basura. «Le tiene pánico. Es oírlo y salis corriendo a esconderse. No está llevando muy bien lo de vivir en el Casco Viejo. Si sigue así tendremos que cambiar de casa», reflexiona.

Kea

  • Raza: Border collie.

  • Edad: 4 años.

  • Peso: unos 14 kilos.

  • Carácter: puro nervio, noble, cariñosa, extremadamente lista y juguetona.

  • ¿Alguna manía? Tiene pánico al camión de la basura y cuando lo oye, corre a esconderse.

Y es que Kea siente una fascinación por lo salvaje. Sus paseos favoritos son los que se alejan de la ciudad. «La suelo llevar a a Urkiola y a las faldas del Anboto. Corre, juega, disfruta... Cuanto más salvaje el paseo, mejor. El otro día en un pueblo de La Rioja se volvió loca con unos ciervos». La exaltación solo es mayor si hay nieve: «Le chifla. Salir con ella es una gozada, lo paso muy bien. Se podría decir que es ella la que me pasea a mí».

El animal ha sido un gran apoyo para el actor vasco, un punto de referencia: «Te obliga a salir y a tener una rutina, algo que en este oficio viene bien», reconoce. Kea también le ha ayudado a tener responsabilidad. «Tener mascota puede limitarte un poco, pero ella me da más de lo que me quita».

Mikel es consciente de la inteligencia de Kea, pero la pastora escocesa se las sigue arreglando para sorprenderlo: «Entiende todo. Hace poco estábamos en un bar y había una máquina de esas que dan pelotas de goma. Estuvo ladrando al aparato y dándole con la pata para que sacara una. Al final tuve que comprársela».

La entrevista acaba, Mikel se levanta y seguido lo hace Kea. «Vamos a casa», le dice. Esa es la única instrucción y la perra, que hasta ese momento estaba expectante, se dirige hacia la calle de la Cruz.

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