Mascarillas, gel hidroalcohólico y aforos reducidos en la vuelta de las misas el lunes a Euskadi

Han consensuado, explican, «implementar medidas destinadas a la prevención de contagios y a la protección de la salud». En ese sentido, impulsarán lo que han llamado LAUD (limpieza de manos, agrupciones restringidas, uso de mascarillas en espacios cerrados y distanciamiento físico de dos metros). El aforo máximo de cada tiempo, de acuerdo a lo previsto en el plan de transición, será de un tercio en la fase 1 y de la mitad en la segunda. Desde los obispados, se «invita a las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo» a que valoren retrasar su vuelta a las «celebraciones públicas»

Para garantizar la seguridad, varias personas indicarán a los fieles dónde deben sentarse guardando «las debidas distancias» y ordenarán «las entradas y salidas» a los templos «evitando aglomeraciones en los accesos». Trasladarán a los asistentes que es «altamente recomendable la utilización de mascarillas» y les ofrecerán gel hidroalcohólico al entrar y al salir. Asimismo, los religiosos evitarán «todo contacto físico», especialmente «en la distribución de la comunión», y se desinfectarán las manos antes y después de la distribución.

Estas son algunas de las medidas que se llevarán a cabo a partir del lunes. El obispo de Bilbao, Mario Iceta, considera que es el momento de retomar parte de la actividad porque «en estos tiempos duros de pandemia, nos llegan noticias esperanzadoras sobre la mejora de la situación sanitaria». Eso, señala, «posibilita la recuperación, con las debidas precauciones, de algunas actividades habituales en la vida eclesial».