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Josu García
Sábado, 24 de noviembre 2018, 00:40
La tarjeta de crédito que se utilizaba en la sociedad municipal Alonsotegi Eraikiz para gastos de representación, principalmente, registró cargos por valor de 17.200 euros entre julio de 2005 y diciembre de 2008. Buena parte de este dinero se destinó a pagar cuentas en ... restaurantes. Entre las facturas hay mariscadas, puros de alta gama o una sesión de spa para tres personas. La gestión de esta entidad pública, disuelta en 2013 con una abultada deuda, está en el ojo del huracán de la Justicia. Un juez ha ordenado el procesamiento de dos exalcaldes de la localidad encartada que ejercieron como presidentes del ente (ambos del PNV), de su gerente y otras tres personas por la presunta comisión de cinco ilícitos penales, entre los que se encuentran la malversación de fondos públicos, el tráfico de influencias y el fraude. La fijación de la fecha de la vista está pendiente de un recurso ante la Audiencia.
Los extractos de estos gastos han formado parte de los documentos manejados por la acusación popular, ejercida por EH Bildu, y la Fiscalía durante el proceso de instrucción. La tarjeta de crédito estaba a nombre del gerente, Irkus Palacio, aunque no se le dio un uso exclusivamente personal; se utilizaba también, por ejemplo, para abonar las comidas que solían tener lugar después de cada consejo de Alonsotegi Eraikiz. Este organismo se encargó de gestionar las operaciones urbanísticas efectuadas en suelo municipal de este pueblo de 2.800 habitantes. Alrededor de la mesa de restaurantes de Bilbao, Mundaka, Bakio o Sodupe se solían reunir varios miembros de la sociedad y técnicos municipales, según ha podido saber EL CORREO.
Entre las facturas llaman la atención almuerzos en marisquerías de Bilbao con un coste de más de 300 euros para tres comensales. En una de estas comidas se degustaron almejas de Argoños, quisquillón, besugo y mero. También se pidió un puro Cohiba, con un coste de 20 euros sin IVA.
Hay al menos tres recibos que no concuerdan con gastos de representación. Se trata de una noche de hotel en Lugo (82 euros), una sesión de spa para tres personas, con compra de bañadores y chancletas (182), y la adquisición de un producto Disney (36,90). El exgerente aseguró ayer a este diario que «todos los pagos están justificados» y tienen relación con «el desarrollo normal de la actividad de una empresa como la que yo dirigía, que llegó a facturar ocho millones de euros», dijo.
«Lo del hotel de Galicia y el spa son dos errores míos a la hora de pagar. Seguramente confundí la tarjeta de mi despacho (es abogado) con la de Alonsotegi Eraikiz, porque ambas eran prácticamente idénticas (mismo color y entidad emisora)». El exgerente sostuvo que también hubo equivocaciones en sentido contrario (recibos de Alonsotegi pagados de su bolsillo).
Destaca, asimismo, que a las comidas después de los consejos también acudían «ediles de la oposición, de EH Bildu, en concreto». Palacio reconoció que se invitaba a comer a técnicos y altos cargos con los que se abordaban asuntos oficiales que permanecían enquistados. Así se hizo con URA o el Ayuntamiento de Barakaldo. «Hubo varios encuentros con directores del Gobierno vasco, por ejemplo», admitió.
El exgerente. Todos los almuerzos fueron «por motivos de trabajo y para desatascar asuntos importantes».
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