Zierbena presenta alegaciones contra la instalación de Sader en el Puerto

El equipo de gobierno ha puesto el foco en la ubicación de la instalación, que se encuentra en terrenos ganados al mar dentro del Puerto de Bilbao, en un «área que hasta la fecha no ha albergado ninguna actividad». Además, «su proximidad a zonas recreativas y residenciales, como por ejemplo a 2.300 metros del barrio de El Puerto, refuerza la necesidad de evaluar con rigor sus posibles impactos». Por ello, para garantizar la correcta integración del proyecto en el entorno, el Consistorio ha solicitado una «justificación clara» sobre la adecuación de la actividad al planeamiento urbanístico aplicable y a los usos permitidos en la zona portuaria.

Otro aspecto clave es la planificación de las edificaciones proyectadas. «Algunas de ellas superan la altura máxima permitida de 13,5 metros sin una justificación técnica adecuada, lo que plantea la necesidad de revisar estos parámetros para asegurar el cumplimiento normativo». En cuanto a la calidad del aire también se ha insistido en la necesidad de adoptar medidas para reducir al máximo las emisiones. Para ello, el Consistorio galipo pide que el almacenamiento de materiales pulverulentos se realice exclusivamente en espacios cubiertos, evitando la acumulación de residuos a la intemperie, lo que podría generar dispersión de partículas y afectar la calidad del aire en la zona.

También se ha subrayado la importancia de evaluar las afecciones por olores y establecer soluciones para mitigar su impacto en el entorno. Con el fin de mejorar el control de la contaminación atmosférica, se ha requerido la instalación de «sensores específicos en la cabina de medición de calidad del aire de Zierbena para la detección de partículas PM2.5, compuestos orgánicos volátiles totales (COVT) y BTEX». Cabe destacar que se ha pedido a la empresa que remita anualmente un informe detallado sobre las emisiones generadas por sus equipos y los controles realizados para su supervisión.

Otro de los puntos de preocupación es la planificación del tráfico y el estacionamiento en la zona. «Dado que se trata de un área con una alta densidad de circulación de mercancías peligrosas, se ha señalado la necesidad de prever un número suficiente de plazas de aparcamiento dentro de la parcela para evitar estacionar en los viales exteriores, reduciendo así posibles riesgos en la movilidad», explican desde el Ayuntamiento.

Por otra parte, en relación con la gestión de aguas residuales, el Consistorio ha identificado la falta de información sobre el punto de vertido de las aguas pluviales procedentes de los viales exteriores. «Se ha solicitado que este aspecto quede reflejado en plano para evaluar sus efectos en el medio acuático y garantizar que el tratamiento de estos efluentes se realice de manera adecuada, cumpliendo con el plan de vigilancia y control del vertido». Además, en fase de obra, consideran fundamental implementar medidas preventivas para evitar vertidos accidentales al mar y minimizar el impacto ambiental derivado del desarrollo de la actividad.