El tercer fuego en una semana preocupa en Peñas Negras

Él no fue el único que se ha quejado por este hecho y que ha mostrado sus sospechas por una quema intencionada relacionada con los pastos. En La Lejana algunos vecinos, que prefirieron no dar sus nombres «para no tener problemas», han apuntado en la misma dirección. «Igual es el momento de volver a hacer brigadas nocturnas», ha detallado uno de los residentes que el martes tuvo que salir de noche de su vivienda, junto a su familia, porque el fuego estaba a 20 metros. Ha explicado que hace unos años en el barrio ya se organizaron vigilancias para atajar un episodio de robos en caseríos. «Esto es una irresponsabilidad», ha denunciado.

En la noche del domingo al lunes, a quien desalojaron los bomberos de su casa de La Lejana fue a otro residente que responde a las iniciales D. P. «Nos sacaron de casa a las tres de la mañana, a mí y a otro vecino», ha detallado el hombre, también preocupado por evidenciar sus sospechas, mientras veía avanzar el fuego por la ladera del monte. Hasta las ocho de la mañana no pudo regresar. «Se nos quemó una chabola con leña y otra con tarros para conservas. El fuego se quedó a diez metros de casa», ha advertido. Su madre y su hermana también tuvieron que pasar la noche fuera con él. Este viernes ha sido esta última quien le alertó del fuego, al ver la humareda cuando se dirigía al trabajo.

El baracaldés Jesús Aira ha tenido que lanzarse con la camioneta a las pistas cercanas al incendio para localizar a sus animales. «Tengo 19 vacas y sólo he encontrado tres. No sé dónde estará el resto», ha admitido preocupado mientras le arrojaba barras de pan a una de ellas para mantenerla en una zona segura.

Narvacera Nacimiento, el enterrador en el cementerio de La Arboleda, ha apreciado el incendio a primera hora de la mañana mientras acondicionaba el camposanto, antes del próximo festivo del 1 de noviembre. «El otro día el fuego estuvo aquí al lado», ha apuntado. «Si agarra bien en el pinar se va a montar la De Dios», ha reconocido preocupado.

Los bomberos forales y el personal de montes lograron controlarlo durante la mañana, y a mediodía ya lo habían extinguido. En las inmediaciones, ciclistas y montañeros como Francisco Valero contemplaban los terrenos ennegrecidos por los últimos episodios. «Llevaba un par de semanas sin venir y me ha sorprendido verlo así», ha afirmado.