«Tener una vivienda fuera de ordenación es una espada de Damocles que llevas encima»

La aprobación inicial del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que llega mañana al pleno de Santurtzi traerá paz para más de 750 familias. Son las que dejarán de tener sus viviendas fuera de ordenación, según estimó el concejal de Urbanismo de la localidad marinera, Joseba Ramos. De tener actualmente más de un millar de domicilios en esta situación, pasarán a quedar 250.

El barrio de El Villar será uno de los más beneficiados. En 2010 este núcleo dejó de ser una zona rural. Una modificación puntual de las anteriores normas urbanísticas, y un proyecto para construir 700 viviendas que el estallido de la burbuja inmobiliaria se llevó por delante, dejaron a la zona fuera de ordenación. Ahora casi la totalidad de las casas quedarán salvadas. «Da tranquilidad», reconoció uno de los vecinos que se beneficiará con el cambio, Jaime Arenaza.

«Cuando te sacan fuera de ordenación, el fin es que tu casa se muera por inanición. No puedes hacer nada. La vivienda se va deteriorando y eso justifica el derribo en cualquier momento. La amenaza siempre está ahí. Tener una vivienda fuera de ordenación es una espada de Damocles que llevas encima», advirtió Arenaza, que confió en que el PGOU traiga también la prometida reforma del barrio, en el que no se actúa desde los 90.

«Esto no son socavones. Son trincheras», denunció otro de los vecinos del Villar, Gorka Bikarregi, en relación al mal estado del asfalto. Tener su casa fuera de ordenación le supuso que, cuando necesitó realizar reformas en su casa, para solucionar unas goteras, tuvo que firmar varios papeles en el Ayuntamiento señalando que las inversiones no repercutirían en el valor del inmueble. La ley sólo permite realizar obras de mantenimiento en estos edificios, nunca mejoras.

Los cables eléctricos aéreos, la falta de aceras o una iluminación antigua son otras carencias que se podrán solucionar con la regulación de la zona. «Esto va para largo», se tomaba ayer con paciencia otro de los vecinos, Jesús Gómez, quien remarcó que no tiene «ninguna intención» de irse a vivir a otro sitio, pero agradeció que si necesita realizar reformas, por fin podrá solicitar un crédito para financiarlas.

Los vecinos de El Villar no son los únicos beneficiados con el cambio. El concejal de Urbanismo recordó que en Santurtzi «hay todo tipo de casuísticas» por las que los vecinos se han encontrado con sus viviendas fuera de ordenación. La zona de Cueto y la de El Bullón son otras de las más afectadas. En esta última zona vive Ana Mari Salido, que también celebró la noticia. «Hay gente aquí que quería vender la casa, pero como los bancos no dan créditos para comprar una fuera de ordenación prácticamente había que darlas regalados», se dolió la mujer, que se reconoció «aliviada», aunque todavía un poco recelosa. «Ojalá lo veamos pronto», apostilló.

El PGOU salvará también a algunas viviendas en el centro del municipio, como las que rodean a la Casa Galicia. Roberto Marroquín vive allí desde poco antes de la pandemia. «Saber que estaba fuera de ordenación era algo extraño, por que no tienes claro lo que puede pasar, aunque este edificio no está en estado de ruina. Ya hicieron una reforma integral y le pusieron una fachada ventilada», detalló el hombre.

Por su parte, Ramos recordó que los vecinos cuyas casas continuarán fuera de ordenación «no quedan desamparados». «A quien ya tuviera una vivienda le corresponde un alojamiento por quienes vayan a desarrollar el ámbito, de al menos los mismos metros cuadrados», incidió el edil.