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Un tren en dirección a Balmaseda atraviesa uno de los pasos a nivel que serán eliminados en Zalla, en el barrio de Aranguren. L. G.
«Soterrar las vías sería una mejor solución para todo el pueblo de Zalla»

«Soterrar las vías sería una mejor solución para todo el pueblo de Zalla»

La eliminación de pasos a nivel en Aranguren es aplaudida por unos vecinos y criticada por otros, que señalan que el proyecto les dejará «divididos por un muro»

Miércoles, 29 de mayo 2024, 18:45

La localidad vizcaína de Zalla lleva décadas siendo el municipio con más pasos a nivel de todo Euskadi, y de gran parte de la zona norte de España, con un total de 34. Cruces para vehículos y peatones, por plenas vías del tren, que siempre entrañan peligro. Por ello, cabría pensar que la aprobación este martes en el Consejo de Ministros del estudio informativo del plan que permitirá eliminar doce de estos puntos en el municipio encartado, en concreto en el barrio de Aranguren, se habría recibido por parte de sus vecinos como una extraordinaria noticia, pero lo cierto es que este proyecto mantiene desde hace un tiempo dividido al personal, entre partidarios y detractores.

Quienes aplauden el paso dado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, son principalmente los residentes en la zona más cercana al río Cadagua, por el barrio de La Inmaculada, donde se derribará el puente por el que pasa la línea Bilbao-Balmaseda –para combatir también las inundaciones–, trazado que compartirá un tramo con los que van a Santander, y donde se eliminarán 1,5 kilómetros de vía. «¡Ya era hora!», ha apuntado este miércoles a este periódico José Ramón Lazkano, un vecino cercano a la iglesia. «Dejaremos de escuchar ruido en todo momento, y sobre todo a las máquinas de averías o de limpieza que vienen de noche, y que no hay quien duerma con ellas».

Fernando Álvarez ha mostrado su alegría por el hecho de que se cumpla «en un futuro muy cercano una reivindicación histórica», asegurando que «revitalizará» la zona y «alejará el peligro que siempre supone el paso de trenes por un núcleo urbano». Una opinión que comparte Ana García, aunque entiende «a los perjudicados», reconociendo además que el paso subterráneo que se plantea como opción para llegar a la otra parte del barrio, a donde está el conocido restaurante El Porrón, no le gusta «nada».

El municipio encartado es la localidad vasca con más cruces entre una vía férrea y una carretera

José Domingo, propietario de la bodega Txabarri, también ha considerado que esta intervención será beneficiosa para el municipio. «Yo vengo del centro de Zalla todos los días y siempre me suelen pillar las barreras bajadas. Para recorrer 1,5 kilómetros hay veces que tardo lo mismo que si viniera desde Bilbao», ha asegurado, antes de echar las cuentas. «Si sumo todo lo que tengo que esperar al año son unos doce días enteros ahí parado. Es desesperante, y cuando eliminen los pasos a nivel será un alivio. Había que luchar por soterrarlo todo».

Precisamente esta última idea es la que une a todos los vecinos de Aranguren ya que consideran que la eliminación de todas las vías permitirá una mejor movilidad. «Meter todo el trazado por debajo sería una mejor solución para todo Zalla», han repetido varios residentes en este lugar, como Juan Martínez, exferroviario, que ha asegurado que el proyecto «destrozará el pueblo», y Rosa María Llantada, quien regenta junto a su hija Irune un panadería muy próxima a la plaza Autonomía. Un negocio histórico en el barrio, que cree que con estas obras «desaparecerá». «Nos van a dejar divididos por un muro y los de esta otra zona vamos a tener que dar un gran rodeo, o incluso ir hasta Güeñes y dar la vuelta, para cruzar poco más que una calle como hasta ahora. Muchos clientes ya no vendrán», han vaticinado, antes de recalcar «que el principal problema aquí con los pasos a nivel está en el centro de Zalla», donde ha habido «más muertes» y donde se crean «unos atascos enormes» por las barreras, «y el excesivo tiempo que permanecen bajadas».

Expropiaciones y derribo

Hay otros vecinos, como Lourdes Sopelana, que temen que las centenarias edificaciones más próximas a la línea que va hacia Santander, por donde se multiplicará «hasta por diez» el paso de trenes, no soportarán las obras de esta variante, que contará con una nueva carretera paralela a las vías, y algunos residentes en la zona de Mendi Alde, donde habrá expropiaciones, se están planteando irse a otro lugar.

De todos estos vecinos la más afectada sin duda es Itziar Barquín, que junto a su pareja y su hijo perderán su casa, tras gastarse hace tres años «todos los ahorros» en su compra. «Me lo van a tirar todo abajo», ha afirmado este miércoles entre lágrimas con una gran impotencia, después de haber perdido toda la esperanza que tenían tras el anuncio del Ministerio.

El Ayuntamiento hace unos meses encargó un informe sobre posibles alternativas al Colegio de Ingenieros de Caminos de Euskadi, que según ha declarado a este periódico el alcalde, Unai Diago, se lo entregarán a Adif, la entidad pública que redactará el proyecto constructivo. «La eliminación de pasos a nivel supone la aplicación de una normativa que vela por la seguridad de las personas, y tiene su parte positiva, pero hay que tener en cuenta las afecciones y tratar de que se haga con el menor impacto posible, identificando posibles alternativas», ha apuntado el primer edil.

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