«Sigue habiendo muchas personas en una situación complicada y vulnerable»

Hace unas semanas que Cáritas advirtió que Bizkaia en su conjunto sigue inmersa en una «crisis» global que está causando estragos. Una realidad que se palpa más si cabe en la Margen Izquierda y en la Zona Minera, que junto a Zorroza conforman la Vicaría 1, una de las siete partes en las que esta confederación de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica ha dividido el territorio. «Esta zona tiene una realidad más acuciante por el desempleo, la dificultad de la vivienda y un repunte en los movimientos migratorios», ha explicado su responsable, María Berlanga, quien acto seguido es aún más clara. «El nivel de pobreza y exclusión social aquí va en aumento, y los datos así lo indican».

Y es que echando mano de ellos se puede comprobar que las personas de esta zona que han solicitado ayuda en esta entidad el pasado año han sido 2.041, 391 más que el anterior ejercicio. Pero sin duda la cifra más significativa es la que se corresponde con el aumento de nuevas demandas, con 689 personas que acudieron a lo largo del pasado año por primera vez a Cáritas, lo que deja a las claras que nadie está libre de verse en una situación de necesidad. «Algunos tiraron de ahorros durante un tiempo y ahora están en una etapa más compleja», ha declarado Berlanga, apuntando que en la comarca «sigue habiendo mucha gente en situación complicada y vulnerable», con numerosas solicitudes tanto de ayudas económicas como de atención en diferentes ámbitos.

Además, del total de las peticiones que registró esta entidad en 2023, casi la mitad, 974 fueron de personas «autóctonas», y la gran mayoría, un 70%, se correspondían a mujeres con menores a cargo. En esta vicaría, donde hay en marcha 41 proyectos muy diversos, dedicados entre otros al acompañamiento de los más pequeños y también de los mayores, en el último año se ha disparado la demanda de información tras un proceso migratorio, y también el interés por disfrutar de espacios más relacionales. «Hemos detectado que hay mucha necesidad de estar con unos y otros, de participar en talleres y hacer vínculos, de combatir la soledad, que ya no es algo solo de los mayores, sino un tema transversal».

De todos los servicios que Cáritas presta en esta zona, en Barakaldo está uno de los más destacados, su comedor social, al que acudieron 214 usuarios distintos en todo el 2023. Gestionado a través del Ayuntamiento, y de la asociación Goiztiri, creada hace tres décadas para servir de red de apoyo a las personas en riesgo de exclusión social, sirve al día, en el turno de comidas, 70 menús. «Como novedad, desde el año pasado los usuarios empezaron a participar ayudando en él, sirviendo comidas o haciendo otras tareas», cuentan desde la entidad.

En este proceso de ayuda que Cáritas presta en la Margen Izquierda también sobresale el proyecto Auzobizi, destinado a jóvenes sin alojamiento digno y carentes de entornos seguros, con tres pisos (dos en Sestao y uno en Cruces) en los que se trabaja la autonomía y un itinerario formativo, favoreciendo la inmersión comunitaria y el arraigo social, en los que actualmente se atiende a nueve chicos. Todo esto se presta con voluntarios, una figura vital cuyo número también ha ido en aumento, sumándose 24 más en el último año, hasta alcanzar los 298. «Aquí además es donde más longevidad hay, lo que hace que podamos contar con más experiencia y riqueza».

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