Santurtzi solicita el dragado del puerto pesquero para instalar un pantalán

Pero la casa no hay que empezarla por el tejado, sino por los cimientos. En la zona de la bocana de entrada suele acumularse gran cantidad de arena que dificulta la navegación de las embarcaciones en marea baja. Además, las rampas se ensucian con facilidad, sobre todo, en días de mal tiempo. Pese a que el mantenimiento de la lámina de agua es competencia de la Autoridad Portuaria, el Consistorio marinero lleva a cabo limpiezas puntuales, como ocurre en los 'cármenes' y en otros eventos, pues se entiende que con festejos y actos promovidos por el Ayuntamiento la suciedad que se genere es consecuencia de los mismos. Asimismo, el club Itsasoko Ama se encarga de estos trabajos en numerosas ocasiones.

Por tanto, para poner sobre la mesa la construcción de una plataforma flotante es necesario que primero el puerto esté limpio. Las operaciones que se llevan a cabo ahora no combaten el fango existente, por lo que el Consistorio santurtziarra ha solicitado a la Autoridad Portuaria el dragado de la zona de las rampas. Esta actuación permitirá retirar los sedimentos acumulados en el fondo del agua y allanar el camino para la instalación del deseado pantalán, una obra que sí corresponde al Ayuntamiento. «Si no se quita el fango, este volvería a ensuciar la parte baja de la rampa. Por tanto, habría que dragar primero para que la limpieza fuera efectiva y es lo que se ha pedido», apunta a este periódico el concejal de Obras y Servicios, Álvaro Aresti.

La operación ha sido requerida en más ocasiones, la última, durante 2017. Sin embargo, se trata de una actuación complicada por la tramitación de la gestión de los residuos, pues el fango hay que depositarlo en algún lugar, en el mismo mar si no es contaminante, o en una escombrera o similar. La Corporación jeltzale se encuentra a la espera de la respuesta de la Autoridad Portuaria por lo que la instalación de un nuevo pantalán también debe aguardar. Esa plataforma tendría como objetivo poder acceder a la lámina de agua sin pasar por las rampas.

«Algún arrantzale ya se ha dado un buen patinazo. Si llueve es muy peligroso», asegura María Eugenia Martínez, una vecina de Mamariga que frecuenta mucho la zona. «Vengo a pasear todas las mañanas y a veces se ve mucha porquería en las rampas. Da pena verlo así», lamenta.