Santurtzi se concentra para repudiar el último caso de violencia machista

Con estas palabras se pronunciaba contundente hoy la alcaldesa de Santurtzi, Aintzane Urkijo tras la concentración que ha reunido a instituciones y vecinos frente al Ayuntamiento marinero para repudiar el episodio de violencia machista que se vivió ayer en un edificio de la plaza Coscojales. El juez ordenaba anoche el ingreso en prisión de un hombre de 37 años detenido por presuntamente intentar matar a su pareja. El individuo está acusado de acuchillar a la víctima en el cuello y en el brazo durante una discusión y amenazar con tirarla por la ventana de un sexto piso. Al parecer, un compañero con el que reside consiguió arrebatarle el arma blanca antes de que fuese arrestado por la Ertzaintza, que le acusa de una tentativa de homicidio.

A la concentración de repulsa de este lunes se ha sumado la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, que ha querido dar «respuesta pública» junto a instituciones y vecinos con la intención también de ofrecer «protección y ayuda a la víctima». Y ha reivindicado «un trabajo potente de prevención y sensibilización» para una tarnsformación social. Algunas de las personas que han acudido al Consistorio, han manifestado también su rechazo a este tipo de actos «totalmente repulsivos», como describía Mari Carmen. «Las mujeres no podemos permitirlo -exclamaba esta santurtziarra-. Es un largo camino pero no vamos a amilanarnos». Pepe, otro vecino, clamaba: «¡No hay derecho!». Varias mujeres comentaban que estaban «sorprendidas por la juventud» de los protagonistas del suceso acaecido y pedían más empoderamiento para las mujeres desde edades tempranas.

En la plaza Coscojales aún había vecinos que se preguntaban qué había ocurrido. En el edificio donde tuvieron lugar los hechos, hubo quienes no se percataron de la discusión hasta ver llegar a la Policía. Sin embargo, uno de ellos ha afirmado esta mañana que «nos sentimos hartos y cansados del trasiego de maletas que hay cada poco tiempo por los subarrendamientos», como es el caso, según su versión, de este sexto piso donde pasó todo. «Precisamente el chico que tiene le piso, que no es el propietario, es una persona amable, pero no conocíamos a esta pareja», cuenta. Según esta fuente, han decidido, incluso, poner cámaras de vigilancia en el portal. No sabemos lo que hay«.