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Los vecinos se tuvieron que refugiar bajo los paraguas debido a la lluvia. D. M.

Repélega se planta ante la construcción de 125 pisos en las campas de San Cristóbal

Vecinos de Federico Martínez se concentran para preservar los espacios verdes en esta zona de Portugalete

Diana Martínez

Portugalete

Jueves, 29 de junio 2023, 19:58

Con el fin de preservar los espacios verdes de Repélega y para evitar ser «encajonados», decenas de vecinos de la calle Federico Martínez se han concentrado este jueves, pese a la lluvia, en las campas de San Cristóbal para protestar ante la construcción de 700 pisos en la zona; 125 de ellos justo delante de sus edificios. «Creemos que se puede defender la necesidad de vivienda con el respeto de unos espacios verdes de ocio», apuntó la portavoz de la asociación vecinal, Raquel Flores.

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El plan urbanístico conocido técnicamente como SUNC-1 –que prevé levantar 125 viviendas protegidas y cuya licencia de obra está otorgada desde 2016– rodeará en forma de 'U' las dos hileras de casas de Federico Martínez. Una tesitura que los residentes quieren evitar. Ante la situación, cuando se aprobó el último proyecto del plan, la asociación vecinal interpuso un recurso judicial, por el que se ha condenado en costas al Ayuntamiento jarrillero a un pago máximo de 2.000 euros y se le obliga a solicitar un informe no presentado anteriormente.

En pie de guerra

Una situación que atrasa los planes de obra –aún sin comenzar pero prevista para este año–. Este retraso es «innecesario» –según señaló la semana pasada el concejal de Urbanismo, Jon Pesquera– y perjudica a los vecinos de El Roble, que esperan un realojo en la zona desde 2016. Una treintena de familias perjudicadas, «hartas» de la situación, están en pie de guerra por ello. «Por un capricho, sobre todo de una persona, llevamos años sin poder ser realojados. Las campas de las que hablan hace por lo menos veinte años que ya no existen, que no engañen. Se quejan porque ya no van a poder ver La Arboleda desde la ventana y porque les van a quitar un terreno de todos en el que ellos han ido poniendo huertas», explicaron a este diario Miguel Manceras y Jesús Pocero.

Entretanto, la barriada de El Roble confía en que para el próximo año puedan verse ya a las máquinas iniciar los trabajos. «Al estar fuera de ordenación no podemos hacer nada en nuestras casas, que tienen grietas desde que tiraron barrenos para poder construir el centro comercial Ballonti. No tenemos suministro de gas, no nos dejan ponerlo», lamentaron.

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