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El taller impartido en el ambulatorio de Zaballa reunió este lunes a una decena de personas. L. G.
«No quiero vivir de manera artificial, ni que nadie se tenga que hacer cargo de mí»

«No quiero vivir de manera artificial, ni que nadie se tenga que hacer cargo de mí»

Barakaldo y Sestao registraron el pasado año en sus ambulatorios más de 650 voluntades anticipadas

Martes, 25 de febrero 2025, 09:07

Recibir una sedación paliativa o la eutanasia son varias de las decisiones que uno puede registrar para indicar cómo quiere abordar el final de sus días en el caso de sufrir una demencia o una enfermedad irreversible que provoque un déficit cognitivo y funcional. Un testamento vital que se elabora mediante un documento de voluntades anticipadas, que en Barakaldo y Sestao se puede realizar en sus ambulatorios, y que el pasado año completaron más de 650 personas, aproximadamente el 10% de todos los que se registraron en el territorio.

«Es muy facilitador tanto para la persona, para que se cumplan sus deseos, como para su familia en el proceso de duelo, y para los sanitarios, ayudando a la hora de tomar decisiones. También ayuda a la sociedad porque tomar conciencia de que nos morimos nos ayuda a vivir mejor», ha explicado Ane Miren Gastaminza, médico del equipo de cuidados paliativos de la OSI Barakaldo-Sestao, que desde 2016 imparte talleres para su elaboración, como al que este lunes ha acudido Amaia Roldán. «Yo no quiero vivir artificialmente, ni que nadie se tenga que hacer cargo de mí o tomar decisiones críticas».

Su amiga, Amaia Fernández, opinaba lo mismo. «Es tu final de vida y tenemos que decidir cómo tenerla». Ambas, con 56 y 48 años, destacan que es importante «ser previsores para quitar a los demás un peso de encima tan grande como éste». Una idea que también ha destacado Ane Cardoba, enfermera del equipo de paliativos de la OSI. «Es un acto de generosidad. No hay nada más gratificante que no dejar obligaciones de este tipo a nuestro entorno», ha afirmado, antes de contar un caso que le marcó. «Hace tiempo me encontré a una persona que hacía tiempo que no veía, estaba muy triste y le pregunté a qué venía y me dijo que acababa de cumplir la última voluntad de su madre, gracias a que hizo el documento de voluntades conmigo. Venía a pedir cita para hacerlo ella. Estaba triste, pero me lo dijo sonriendo. Me pareció maravilloso».

Gran tabú

Esta facultativa también destacó que todavía existe «un gran tabú» sobre la muerte, pero pese a todo cada vez más personas deciden dejar por escrito cómo quieren afrontar la recta final de su vida, si llegado el momento no tienen la capacidad de poder expresar su voluntad. Este documento, dirigido al equipo médico, puede ser modificado y revocado en cualquier momento, «mientras se tenga la capacidad para tomar decisiones». Todo aquel que quiera realizarlo puede dirigirse a su centro de salud para solicitar una cita. En Barakaldo los talleres para su redacción se imparten en Zaballa, San Vicente, Zuazo y Lutxana, y en Sestao se realizan en Kueto.

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