El proyecto para iniciar la transformación del barrio baracaldés de Burtzeña se refuerza contra las crecidas

El proyecto urbanístico para la regeneración del barrio baracaldés de Burtzeña, del que se empezó a hablar en 2007 y que hará pasar a la zona de El Calero, separada de Zorroza por el río Cadagua, de albergar viejas fábricas a contar con más de medio millar de nuevas viviendas, ha dado un paso importante con la aprobación inicial del Programa de Actuación Urbanizadora (PAU) por parte del Ayuntamiento. El área de Vivienda, Planificación y Gestión Urbanística ha dado luz verde al plan, con la introducción de dos mejoras importantes, que en su conjunto conforma «un proyecto ambicioso que servirá de palanca para la transformación y el desarrollo de todo el barrio», ha destacado este jueves el edil del área, Juan Antonio Pizarro.

Esta intervención privada, que permitirá recuperar una zona degradada compuesta en su mayoría por pabellones abandonados, contempla, como ya se había comentado, la construcción de 550 nuevas viviendas. Casi la mitad de ellas, 258, contarán con algún tipo de protección. En concreto, 170 serán de protección oficial; 50 de precio tasado autonómico, y 45 alojamientos dotacionales. Todas ellas y el resto se dividirán en tres grandes bloques y otros dos más pequeños. Además, también se habilitarán más de 21.000 metros cuadrados de zonas verdes con 320 árboles, y otros 7.700 metros cuadrados de equipamientos deportivos, con pistas al aire libre. Según ha detallado el concejal, está contemplado el soterramiento «en parte» del paso de la línea del tren por este punto.

En cuanto a las mejoras introducidas respecto al plan inicial, destaca la construcción de una rotonda en la N-634, junto al puente que comunica con Bilbao, que permitirá un acceso directo, una entrada y una salida más cómoda a El Calero, sin necesidad de tener que ir hasta Zorroza, como ocurre en la actualidad. «Con ello se da cumplimiento a una histórica reivindicación vecinal que derivó en su día en una propuesta incluida en el programa electoral del PSE, reforzando al mismo tiempo la seguridad vial en este punto», ha indicado Pizarro. Además, se ha dado continuidad al nuevo bidegorri que se habilitará junto al Cadagua, para que comunique con el tramo actual que une Barakaldo con Zorroza.

Otro de los cambios que presenta esta intervención es la eliminación de la escollera prevista junto al río y la renaturalización de la ribera, habilitándose un cauce de avenidas y un talud vegetal. «Esta modificación no sólo va a permitir reforzar la zona frente a las crecidas, sino que va acompañada de un acercamiento del paseo peatonal y el bidegorri al Cadagua, separándolo del tráfico de vehículos», ha explicado el responsable municipal de Vivienda y Urbanismo. Una propuesta validada por URA que hará que la zona residencial se eleve «a más de 8 metros respecto al cauce fluvial, una altura mayor a la de otras actuaciones como las de Urban y Zorrozaurre», ha añadido Pizarro.

El PAU, cuya aprobación inicial se publicará próximamente en el Boletín Oficial de Bizkaia, abriéndose tras ello un periodo de veinte día de información pública y posibles alegaciones, también incluye medidas correctoras contra el ruido, como la instalación de pantallas acústicas de madera de tres metros de altura junto a la autopista y la N-634. Además, como recuerdo del pasado industrial de la zona, se conservará una chimenea que dio servicio a los hornos Hoffman de la Sociedad General de Productos Cerámicos Procersa, que se situará en una de dos plazas interiores que se instalarán en la urbanización.

Para dar forma a todo ello se contemplan cinco fases de obra, con un plazo de ejecución de 51 meses, «en periodos discontinuos durante 8 años», ha indicado el Ayuntamiento. Todo ello arrancará cuando culminen los trabajos de derribo de los pabellones abandonados, lo que podría alargarse durante un año. También se echarán abajo 25 viviendas, y 56 vecinos serán realojados. La promotora, Urgolf SA, comenzó la primera fase de demolición de las viejas fábricas, con presencia de amianto, sin tener los permisos en regla. El Ayuntamiento, que barajó abrirle un expediente sancionador el pasado mes de mayo, ha apuntado este jueves que finalmente no inició este procedimiento, tras tener conversaciones con la empresa. «Fue un malentendido, y no es cuestión solo de multar, hemos tratado de facilitar todo y no ser tan estrictos para no perjudicar a los vecinos y que esto siga para adelante», ha afirmado Pizarro.

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