El Pobal, todo un «tesoro» de la ferrería vizcaína

Bizkaia contaba antaño con numerosas ferrerías, pero a mediados del siglo XIX fueron desapareciendo y para la segunda parte del XX ya solo quedaba una, El Pobal. «Es un tesoro de la ferrería vizcaína», expresa Zabala. Con el fin de preservar el patrimonio, la Diputación adquirió las instalaciones en 1990, procediendo a una rehabilitación que conllevó en su reapertura como «museo vivo» en 2004, hace ya veinte años. Dos décadas repletas de actividades y visitas guiadas a familias y escolares que han podido disfrutar de una experiencia única viajando al pasado en Muskiz.

Para celebrar esta efeméride, la ferrería acogerá múltiples actividades a lo largo del año y arrancan este fin de semana. De esa manera, el sábado habrá una jornada de puertas abiertas con visitas y demostraciones en vivo gratuitas, tanto por la mañana como por la tarde; mientras que el domingo se inaugurará en el Castillo de Muñatones, cuyo programa también lo organiza el mismo equipo, la campaña de verano con visitas hasta mediados de septiembre.

Tras un acto institucional el próximo lunes, el fin de semana siguiente volverá a ser un día especial para el museo. Así, el sábado 22, y acompañando a la exposición de veletas inaugurada en abril, se llevará a cabo una demostración en vivo de la forja de una veleta a manos de Luis Padura, «maestro artesano con el que la ferrería echó a andar en los primeros años. Tenerle de vuelta es un lujo», apunta su directora.

La programación anual por el veinte aniversario incluirá la publicación de un libro en homenaje a Luis Barreiro, ingeniero fallecido cuya «gran pasión» era estudiar las ferrerías. A comienzos del siglo XIX las dibujó por dentro y por fuera, con todo lujo de detalles. «Ilustraciones halladas en el archivo foral sobre un patrimonio que ya no queda». También se celebrará una jornada gastronómica para elaborar postres en directo; salidas por Las Encartaciones; nuevos 'encuentros en la fragua', donde expertos charlan sobre temas relacionados con el hierro... Y esto no acaba aquí. La ferrería tiene mucha vida por delante. «Hemos hecho muchas cosas y nos quedan muchas más por hacer», zanja Zabala.