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A pocos días para que se cumpla un año desde el inicio de las movilizaciones, para solicitar mejoras en el servicio y en las condiciones, y la actualización del convenio, la plantilla de conductores del Kbus, el autobús municipal de Barakaldo, ha iniciado los trámites para solicitar la rescisión del contrato a la empresa que gestiona el servicio, Transitia.
«Se lo vamos a pedir a todos los grupos políticos, a la empresa ya se lo hemos comunicado. No hay más salidas que el Ayuntamiento se haga cargo de ello y a partir de ahí si quiere que vuelva a sacar la licitación, pero no podemos aguantar siete años –lo que queda aún de vigencia en el contrato– con este bloqueo», cuenta a EL CORREO Gaizka Miguel, portavoz del sindicato ELA.
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Según indica, el Consistorio les ha comunicado que cuenta con dinero para mejorar las condiciones, «pero técnicamente no se puede hacer». «Nos parece vergonzoso y negligente que se haya adjudicado un contrato tan largo (a diez años) sin tener en cuenta fondos para implementar mejoras. Aunque la empresa hiciera algún esfuerzo dentro de poco tiempo estaríamos en la misma situación», apunta, remarcando que son «la plantilla con peores condiciones laborales de todo el transporte público de Bizkaia».
Esta falta de consenso mantiene los paros de 24 horas con los que ha arrancado el servicio este año. En principio se prolongarán hasta el próximo 16 de febrero, todos los días salvo los sábados y domingos, pero como indican los trabajadores, se irán alargando y sumando semanas a medida que el conflicto siga sin resolverse.
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