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En apenas un minuto tanto Juan Bermejo como Matilde Díaz, Rosa María de Diego y Felipe Fernández han abandonado este martes el edificio del Ayuntamiento de Barakaldo, en la Herriko Plaza, con un trámite resuelto: obtener un volante de empadronamiento. Una gestión sencilla y rápida que han logrado realizar sin cita previa e incómodas esperas en una de las nueve oficinas electrónicas que se encuentran en el municipio. Una red que el pasado año atendió un total de 51.808 trámites, la gran mayoría para solicitar un padrón o para realizar el pago de algún impuesto.
Con el objetivo de hacer estas máquinas más accesibles para toda la ciudadanía, y también para tratar de combatir la brecha digital, desde la pasada semana hay ocho 'informadoras de trámites digitales', que se encargan de ayudar a los vecinos y de promover el uso de estas máquinas. «Yo no soy muy amiga de las tecnologías, venía con la intención de pedir ayuda a alguien, aunque he visto que es fácil, y me lo han solucionado en un momento. Antes había que perder mucho tiempo, esperar tu número, hacer cola... Ha sido muy rápido, estupendo», ha afirmado Rosa María de Diego. «La tecnología vanza a pasos agigantados y a muchos nos ha pillado ya mayores pero con algún asistente nos sentimos menos apartados y abandonados», ha declarado poco después Felipe García.
Esta iniciativa, la de contar con personal para acercar este servicio, fomenta además el empleo, al amparo de Lanbide y del Fondo Social Europeo, impulsando la contratación durante un periodo de seis meses (hasta mitad de septiembre) de ocho personas, «pertenecientes a colectivos de atención prioritaria». «A todas ellas se les han dado más de 100 horas de formación en competencias personales y digitales, y han tenido la oportunidad de visitar espacios como Urduliz 42, donde han sido informadas de temas de ciberseguridad», ha destacado el presidente de Inguralde, David Solla.
Lola Berdugo y Marga Puebla son dos de estas informadoras, que este martes se encontraban en la oficina electrónica de la Herriko Plaza, la más utilizada de todo el municipio (también hay en el centro cívico de Cruces, en el de Clara Campoamor, en el polideportivo Lasesarre, en la casa de cultura de Zuazo, en la de Retuerto, en el kulturgune de Lutxana, en el edificio de Acción Social y en Inguralde. «Quienes más solicitan ayuda son las personas mayores y también los extranjeros. La mayoría necesitan hacer trámites de empadronamiento, y del pago del IBI o del impuesto de los vehículos», han apuntado ambas. Las dos cuentan con experiencia a la hora de atender a la ciudadanía y aseguran que además de volver «a engancharse al mercado laboral», este trabajo les reconforta. «Está bien poder ayudar a la gente».
Este programa de acercamiento de la administración electrónica del Ayuntamiento que se lleva desarrollando desde hace unos años con el plan de empleo ha recibido el reconocimiento del Ararteko «por su capacidad para dar asistencia y reducir la brecha digital, sobre todo en los mayores», ha destacado el presidente de Inguralde. Acto seguido el concejal de Alcaldía, Gorka Zubiaurre, ha subrayado que pese a la gran demanda de estas oficinas digitales, que incorporarán los certificados de empadronamiento, que hasta ahora no se realizan de manera instantánea, las gestiones presenciales siguen siendo las preferidas por los vecinos. «El año pasado se realizaron 137.000 trámites en persona, y esto tiene que seguir estando, pero vamos dando opciones nuevas y facilidades a la ciudadanía».
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