Un nuevo edificio y tres ascensores para la estación de tren de Barakaldo

La estación de Cercanías de Barakaldo sufrirá un lavado de cara en toda regla. El Ayuntamiento fabril informó ayer de la puesta en marcha del proceso que permitirá a Renfe y al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) desarrollar un proyecto de reforma integral de la terminal de tren ubicada en la zona de Desierto y que da cobertura al centro del municipio -la otra estación de ferrocarril de la localidad es la de Lutxana-.

El objetivo, mejorar la accesibilidad de la infraestructura que data del año 1888 y que se encuentra deteriorada. Una reivindicación histórica de la localidad vizcaína y de los usuarios que habitualmente la frecuentan. Para ello, la actuación incluirá un nuevo edificio que sustituirá al actual de la calle Murrieta -en el lado de la vía que linda con la zona centro- y tres ascensores de acceso a los andenes.

La Comisión Informativa de Vivienda, Planificación y Gestión Urbanística celebrada ayer en el Consistorio fabril aprobó el Estudio de Detalle de la actuación, el instrumento urbanístico que permitirá sacar adelante el proyecto. Es, por tanto, el primer paso de un largo camino de trámites. El próximo tendrá lugar en el pleno municipal, que deberá ratificar el Estudio de Detalle, algo que se da por hecho por la mayoría de socialistas y jeltzales tras el pacto de gobierno.

«Se dará cumplimiento a una histórica demanda de los vecinos. Las personas con movilidad reducida o con un carrito de bebé tienen a día de hoy unas escaleras que dificultan el acceso a los trenes de Cercanías. Trabajaremos ahora para que se haga una intervención similar en Lutxana», afirmó el edil socialista de Vivienda, Alfredo Retortillo. La nueva estación será mucho más funcional que la actual.

La iniciativa permitirá edificar un edificio de viajeros de 420 metros cuadrados en el número 4 de la calle Murrieta, que ocupará tanto la superficie ocupado tanto por la actual estación como un inmueble auxiliar de La Alhóndiga. El diseño del edificio encaja con la pasarela peatonal que cruza encima de las vías de tren, situando el vestíbulo a pie de calle, en la parte central del inmueble. La actuación en la zona de Desierto afectará a una superficie de 24.769 metros cuadrados e incluirá el derribo de dos edificios construidos en 1973: el inmueble de la actual estación y el anexo, usado por la Alhóndiga. El otro edificio de viajeros, situado en el Paseo del Ferrocarril, se mantendrá en pie.

Esta operación urbanística permitirá asimismo la accesibilidad a los andenes mediante tres elevadores. En concreto, Renfe y Adif tienen previsto que los elevadores conecten el nuevo edificio de viajeros tanto con el andén en sentido Bilbao como con el andén central, en sentido Muskiz-Santurtzi, a través del paso subterráneo existente.