Los niños aseguran el relevo de la Semana Santa de Balmaseda

A partir de las 10.30 horas, han comenzado los actos de esta procesión infantil, La Magdalena, en la que han interpretado pasajes como el juicio ante Herodes y Pilatos, el Vía Crucis y la crucifixión. Decenas de personas se han agolpado en torno a la plaza del Ayuntamiento en una fría y lluviosa mañana.

Kemen Pérez, a sus 12 años, ha sido el encargado de hacer de Jesús, que ha contado con la inestimable ayuda en los ensayos del que fuera en 2016 el actor principal de esta representación, Kimetz Fernández, y que en la actualidad tiene 18 años. Kemen ha portado la cruz, de unos 20 kilos de peso, calcando casi el recorrido de la Pasión Viviente que congregó a unas 50.000 personas el pasado Viernes Santo en la localidad encartada. El papel de la Magdalena lo ha interpretado la niña María de Francisco.

La lluvia no ha dado tregua y pasadas las once de la mañana se podía ver un manto de paraguas cubriendo las calles. El mal tiempo ha obligado a acortar el recorrido que ha discurrido por la calle Correría hasta la plaza Marqués de Legarda. Con una cruz al hombro, Jesús y los dos reos han recreado la crucifixión en las campas del cerro del castillo.

Los niños han disfrutado de una semana sin clases escolares y los más de 300 chavales han ensayado intensamente desde el Lunes de Pascua, en horario de mañana y de tarde en un local de la Asociación Vía Crucis Viviente. Los actos de esta procesión infantil del municipio vizcaíno arrancaron ayer a las 21.30 horas, con la Última Cena, el prendimiento y el juicio del Sanedrín, entre otras escenas.

A las doce y media ha finalizado el Vía Crucis. Las familias se han puesto a cubierto, se han quitado la ropa mojada y han disfrutado de un chocolate caliente bien merecido. Oier Cid, de la organización de la Pasión txiki y que encarnó al Cristo en esta representación hace doce años, recalcaba que esta interpretación infantil es «como un trampolín». «Todos los chavales del pueblo se curten en la 'txiki', para después perfeccionarlo en la de Santo Domingo y cuando cumplen los 18, pasan a los mayores», proseguía, además de recalcar «las ganas y la ilusión de los más pequeños».

Uno de los que acude siempre a ver esta representación es Urbano García. «La Pasión pasa todos los años por delante de mi casa. Nosotros solemos decir que la 'pasión txiki' es la cantera de Balmaseda, es como la cantera de Lezama -en referencia al Athletic-. Los críos lo hacen con muchas ganas para posteriormente ir ascendiendo en los próximos años a la pasión de Santo Domingo y a la pasión de los mayores», aseguraba este vecino. «Los más pequeños, quitando los papeles principales, van un poco por libre, a su bola y suelen ir acompañados por familiares», recalcaba.

En la pasión de Balmaseda existe un relevo generacional, ya que cada vez más niños se animan a desfilar incluso teniendo meses y siendo la edad máxima para participar de 14 años. De hecho, para hacer de Jesús hay lista de espera con muchos niños y tienen garantizados ciertos papeles para los próximos años.

El alcalde de la localidad, Aitor Larrinaga, destacaba que esta pasión infantil «es la más divertida porque salen los más pequeños desde los dos a los diez años, aproximadamente. Para todos ellos, es su primera toma de contacto y suelen acudir con sus padres», explicaba.

La tradición balmasedana ha continuado el fin de semana, gracias a la Pasión de Santo Domingo, en la que participan adolescentes hasta la mayoría de edad, con actos hoy a la noche y el Vía Crucis el domingo a la mañana.