Muskiz pondrá en valor el histórico refugio del guarda a partir de septiembre

Uno de los rincones históricos de Muskiz recuperará su esplendor en los próximos meses. El antiguo refugio del guarda de Posadero, como se conoce comúnmente a la caseta donde el guarda forestal –una figura que desapareció hace años cuando la Diputación asumió el papel– guardaba los materiales necesarios para la protección del entorno natural, tendrá un lavado de cara en septiembre. Tras aprobarlo en Junta de Gobierno, el Ayuntamiento minero ha adjudicado las obras para rehabilitar este espacio. El refugio se encuentra en desuso, pero en los últimos años ha sufrido actos delictivos que lo han dejado en un aparente estado de abandono. La puerta de acceso está rota. También los cristales de las ventanas y hay desperfectos en el tejado, según explica a este diario el alcalde, Eduardo Briones (PSE).

Con un presupuesto estimado de casi 20.000 euros, se llevarán a cabo varias actuaciones en la caseta, ubicada en el camino al monte Mello, el pico más alto de la localidad minera. De esa manera, en la zona del tejado se impermeabilizará la cubierta y se repararán los desperfectos de la chimenea, así como se procederá a retirar los arbustos, tierra y otros enseres de la zona. En su interior, se arreglará la encimera, esquinas y paredes desconchadas, y se pintarán de nuevo las paredes y el techo.

El exterior del inmueble se forrará de piedra y se volverá a pintar la fachada. Y en el caso de las ventanas, se procederá a sustituir las cuatro. Con estas actuaciones se pretende dotar al espacio de su función: un área de descanso para aquellos vecinos y turistas que asciendan al monte Mello. Las obras, que ya están adjudicadas, arrancarán en septiembre y tendrán un plazo de ejecución de «dos o tres» semanas, apunta el regidor.

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