

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
SERGIO LLAMAS
Viernes, 14 de febrero 2020
La mayor colección de patrimonio industrial del País Vasco se podrá visitar en Lutxana a partir del otoño. Los dos pabellones que en el barrio baracaldés se conocen como el Museo de la Técnica, junto al campo de fútbol de Serralta, comenzarán a recibir en las próximas semanas más de 2.000 piezas catalogadas procedentes de fábricas históricas de todo Euskadi, desde una grúa portuaria a piezas de armerías eibarresas pasando por una gigantesca maqueta usada por Petronor para planificar la entrada de camiones.
El Ayuntamiento de Barakaldo aprobó ayer la cesión al Gobierno vasco de los dos locales de la Orconera, que suman unos 1.400 metros cuadrados, por un periodo de 50 años. También se incluye la campa ubicada entre ambos, lo que eleva el espacio disponible hasta los 3.000 metros cuadrados. Las piezas se almacenarán allí y serán visitables únicamente con guía, ya que los pabellones no abrirán de forma permanente como un museo al uso.
El viceconsejero de Cultura del Gobierno vasco, Joxean Muñoz, señaló ayer que esta colección será «el punto central de una red que existe en Euskadi de distintos lugares, como el museo minero de Abanto, donde se acoge y se recrea el pasado industrial». «De alguna manera será el punto nodal de todas esas pequeñas instalaciones vinculadas con la industria porque recoge elementos de todos», defendió.
Las piezas, a cargo de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVIPOP), comenzaron a almacenarse en la década de los 80 en estos mismos pabellones de la Orconera, pero posteriormente fueron trasladadas a las instalaciones de Konsoni Lantegia, en Zorrozaure, donde se encuentran actualmente. De hecho, el proyecto de un Museo de la Industria de Euskadi en Lutxana se remonta a 1982, cuando el Ayuntamiento de Barakaldo adquirió los pabellones y los cedió al Gobierno vasco con este propósito.
La crisis industrial de aquellos años hizo que en seguida se comenzara a acumular allí cantidad de material empresarial. Sin embargo, la falta de concreción del proyecto hizo que se valoraran otras opciones para los locales, como un museo de la electricidad, para el que incluso se firmó un convenio con Iberdrola. Tampoco éste llegó a despegar, por lo que el pasado año el Consistorio anuló el acuerdo y alcanzó uno nuevo con el Ejecutivo autonómico.
«A Barakaldo se nos conoce como la ciudad fabril, un apellido que llevamos con orgullo y por eso acogemos este anuncio como una gran noticia», celebró ayer la alcaldesa, Amaia del Campo. La regidora destacó el itinerario que surge en la zona gracias a estas instalaciones, al encontrarse a pocos metros de los cargaderos de la ría que está previsto restaurar y a la cercanía de la Finca Munoa, que perteneció al empresario Horacio Echevarrieta. Del Campo añadió que uno de los dos pabellones ha sido restaurado, mientras que el otro necesita alguna reforma. También se contempla la creación de una cubierta en el terreno entre ambos edificios, creando un espacio que servirá además para el disfrute de los vecinos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las olimpiadas de la FP cántabra
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.