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La villa encartada de Balmaseda ha vuelto a oler a alubias, verduras y sacramentos por todos los rincones. Con motivo de su día grande, en honor a San Severino, 180 ollas ferroviarias -18 más que en la pasada edición- se han presentado al certamen por ... excelencia de putxeras en toda España. Un concurso surgido en 1971 por una propuesta de unos jóvenes del pueblo, con el fin de homenajear al gremio de los ferroviarios y a su modo de poder comer caliente. Cocinaban en un recipiente con un armazón metálico mientras trabajaban en la línea férrea que transportaba el carbón de la zona leonesa de La Robla a las pujantes fábricas de Bizkaia.
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Una cita que en su 52 edición y organizada por la Cofradía de la Putxera, ha girado en torno a la mujer, poniendo en valor la figura femenina y su papel fundamental en la gastronomía a lo largo de la historia, pese a que sean pocas las que han sido reconocidas como chefs de renombre o líderes en esta industria. Para ello, un jurado formado íntegramente por mujeres que destacan en este mundo ha sido el encargado de realizar la cata y de elegir el mejor guiso, distinción que ha recaído en Arkaitz Jauregizar, vecino de Lanestosa que había probado suerte desde 2015, y que ya sabe lo que es llevarse el primer premio en otras localidades como Villaverde, Romo, Leioa y Erandio. «Para los que hacemos alubias Balmaseda es lo más grande», ha relatado a EL CORREO, afirmando que su secreto está en «tener buen día», y en utilizar «buen producto», elaborado «en casa», refiriéndose a las alubias y a las verduras. «Antes de entregar la putxera yo ya sabía que tenía calidad», ha confesado. Segundo ha sido José Ramón Cruz, vecino de Balmaseda a quien han entregado también la txapela al mejor cocinero local.
El grupo de expertas que ha dado su veredicto ha estado compuesto por Mari Jose Mentxaka, del restaurante La Roca de Bilbao; Amaia Ortuzar, chef de Ganbara, en San Sebastián; Maider Larrañaga, sumiller del Arteaga, en Arrasate; Nerea Cuenco, mejor sumiller talento-gastro de este año; Zuriñe Garcia, primera chef con estrella Michelin en Bizkaia; Lara Martin, jefa de sala del restaurante Mina de Bilbao, con una Estrella Michelin y dos Soles Repsol; Natividad Orcasitas, del restaurante Casa Garras de Karrantza, con un sol Repsol; y Edurne Santiago, bloguera gastronómica. Esta última ha reconocido estar «nerviosa» por su papel tan destacado este año.
Pilar Meana, del restaurante La Cantina Villalegre, de Avilés, también ha formado parte del jurado. Ella lo ha hecho por poseer el premio a la Mejor Fabada del Mundo, «elaborada además en putxera». Es la impulsora de la Alianza Asturiana de la Olla Ferroviaria y embajadora de la Casa de Putxeras de Asturias. «Estar aquí me hace mucha ilusión», ha reconocido a este periódico.
Dirigido por el presentador Julian Iantzi, el concurso gastronómico más prestigioso y antiguo de los más de 300 similares que se celebran por toda España, ha atraído hasta la villa a numerosos participantes de fuera del territorio, llegados desde Burgos, La Rioja, Zaragoza, Gipuzkoa, Álava, Valencia o León, a donde precisamente llegaba la línea de ferrocarril de vía estrecha inaugurada en 1894. Una historia que conoce muy de cerca Óscar Valenciaga, ferroviario de la línea de La Robla, que lleva participando en este concurso tres décadas, montando entre la iglesia y el edificio del Ayuntamiento un pequeño museo del tren, con fotos antiguas y elementos que se usaban antes. «A ver si este año consigo ganar», bromeaba junto a su amigo Francisco Javier Durana, de Güeñes.
El primero en llegar a la plaza San Severino, bajo el Ayuntamiento, a las 04.45 horas, ha sido Aitor Martínez, actual campeón de Euskadi de putxeras, acompañado por Esteban, su padre, y por Jon Andoni, su hermano, desvelando que utiliza verdura de su propia huerta de Orduña para confeccionar el cocido, además de alubia de Tolosa. Cerca de ellos Antonio 'Atxegia', de 81 años, ganador en 2010, preparaba dos ollas con su hijo Iñaki Rama. La que también sabe lo que es llevarse el primer premio de este certamen, en 2019, es Eva Pérez, una de las pocas mujeres que se ha alzado con esta distinción, meses después de haber sufrido dos infartos. Junto a su hija Joana, que sigue la tradición, y su marido, Juan José Villar, han elaborado ocho putxeras, vendidas ya con anterioridad para ser degustadas en este día tan señalado por vecinos del pueblo.
Junto a ellos, Enara Villar controlaba con ayuda las 27 putxeras que confeccionaba para repartir posteriormente a 300 personas en la comida popular del frontón. «Hemos echado unos 50 kilos de alubias, 80 morcillas, 100 chorizos...», repasaba, recordando con emoción a su marido, Borja Aretxederra, fallecido hace unos meses, a quien rindieron un homenaje en septiembre en Balmaseda con un concurso especial de putxeras. «Hoy él estaría encantado aquí, era su día más destacado, la 'Champions'. Era una persona muy especial y es maravilloso que se le recuerde con mucho cariño».
Una cita que es más que un concurso gastronómico en Balmaseda, que se ha disfrutado desde el amanecer en familia. Egiarte Zulaika encendió su fuego a las 06.30 horas, junto a su marido, José Mari Peña, su hijo Anartz, y su hermano Asel. Al margen de las putxeras a concurso, centenares de ellas han estado hirviendo a lo largo de la mañana en toda la localidad, en plena calle, en txokos o en lonjas particulares. Una tradición que pasa de padres a hijos, y de la que participan también los jóvenes. «Siempre hemos disfrutado de esto desde pequeñas y ahora también lo hacemos en cuadrilla», han afirmado Naroa Lambarri, María Arribalzaga, Arrieta Zulaika, Amara Beraza, Goiuri González e Izaro Martínez, estudiantes de 18 y 19 años que en algunos casos decidieron aparcar por esta mañana las clases para poder acudir, y orgullosas de que este año se le diera más visibilidad a las mujeres. «Hay que darles más visibilidad en todos los ámbitos», han reclamado.
Precisamente, para contribuir a ello, la organización de esta edición ha nombrado cofrade de honor a las reconocidas chefs vascas Lara Martín y Nati Orcasitas, y a Emakunde, aprovechando para destacar también la figura de José Antonio Nielfa, conocido artísticamente como 'La Otxoa'. Además de todo ello, lo recaudado por las inscripciones, 1.512 euros, irá destinado íntegramente a la asociación de cáncer de mama de Bilbao ACAMBI.
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