La meca del mus está en Santurtzi

¿Cómo empezó esta aventura? La familia abrió el bar en 1982, una época en la que la hostelería se «trabajaba de otra forma, era txikiteo. Un día dijimos 'bah, vamos a jugar una partida al mus', y se juntaron seis parejas», explica González. Poco a poco fue creciendo y con el paso de los años el lugar se ha convertido en toda una meca del mus, con campeonatos anuales de decenas y decenas de parejas y partidas 'rápidas' diarias en las que suelen participar catorce parejas. Los viernes, llegan a ser una veintena. «Los fines de semana se descansa», cuenta 'Edu'.

Pero, ¿qué tiene el mus que atrae a tanta gente? «Es muy farolero, tienes que intentar engañar. Aunque aquí ya nos conocemos todos y es más difícil», relata 'Edu', quien desde el principio su objetivo no fue más que ofrecer un hueco para que vecinos jugaran a las cartas. «Que se diviertan y que pasen la tarde jugando entre ellos hasta que les echo a las ocho de la tarde, la hora del 'poteo'», añade entre risas.

Gracias a haberles cedido un lugar donde jugar sin parar y mejorar sus habilidades del engaño, muchos han aprovechado para apuntar a lo más alto y presentarse a campeonatos de mus tanto a nivel estatal como internacional. Es el caso de Imanol González, su hijo, quien el año pasado fue nombrado campeón de España en el torneo celebrado en Burgos junto a Imanol López. O los también santurtziarras Aitor Tolosa y César Rasines, que el pasado mes de octubre se proclamaron los mejores del mundo en el campeonato celebrado en Chile. Toda una alegría para el bar que les otorgó un espacio donde poder desarrollar su talento.