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Laura González
Balmaseda
Miércoles, 12 de abril 2023, 17:05
En tamaño reducido, pero con la misma ilusión. Balmaseda se prepara para cerrar la Semana Santa por todo lo alto, con la habitual representación 'txiki' de la Pasión Viviente, que reunirá de nuevo por las calles de la villa medieval a unos 350 menores de ... 14 años. Los actos de esta procesión infantil, La Magdalena, arrancarán el viernes por la noche, a las 21.30 horas, con la Última Cena, el prendimiento y el juicio del Sanedrín. Ya el sábado, a partir de las 10.30 horas, interpretarán el resto de pasajes, entre ellos el juicio ante Herodes y Pilatos, el Vía Crucis y la crucifixión.
El encargado de hacer de Jesús en esta ocasión será Kemen Pérez, con tan solo 12 años. Kimetz Fernández, quien ya fue en 2006 el actor principal de esta representación, es ahora a sus 18 años el encargado de preparar con él este papel. «Ya se sabe todos los diálogos. Ahora estamos trabajando la gesticulación, para que pueda salir todo lo mejor posible y transmitirlo bien al público», explica este joven miembro de la organización, quien no se cansa de repetirle a su 'pupilo' «que disfrute todo lo que pueda».
«Se suele tener miedo a los latigazos, a las caídas, al dolor de la cuerda en el cuello y cuando te cuelgan en la cruz, pero al final hay que dejarse guiar y aprovechar este momento», declara, reconociendo que él guarda un «bonito recuerdo» de su experiencia. «Cuanto menos pienses en lo externo es cuando mejor te van a salir las cosas», cuenta a este periódico pocos minutos antes de que diera comienzo una nueva prueba, en este caso con los fariseos.
Aprovechando estos días sin colegio, los más de 300 chavales que devolverán la pasión a la villa encartada llevan ensayando de manera intensiva desde el Lunes de Pascua, tanto por la mañana como por la tarde. Siempre bajo techo, en un local de la Asociación Vía Crucis Viviente, salvo el viernes, que repetirán todo lo escenificado ya sobre el terreno, en las calles del casco histórico.
Por ellas tendrá que desfilar Kemen portando la cruz, de unos 20 kilos de peso, calcando casi el recorrido de la Pasión Viviente que congregó a unas 50.000 personas el pasado Viernes Santo en la localidad vizcaína. Un camino en el que podría acompañarles la lluvia, según las previsiones meteorológicas. «Si pasa, se celebrará igual, acortando un poco el recorrido», resaltan desde la organización.
Una tradición que año tras año sigue sumando adeptos, incluso entre los más pequeños. «Tenemos garantizados ciertos papeles para los próximos años. Para hacer de Jesús hay lista de espera con muchos niños», cuenta Kimetz, quien no oculta que le produce «mucha emoción» ver a las nuevas generaciones seguir los pasos de las anteriores. «Todos nuestros antepasados han participado en esto. Es algo que se suele transmitir en casa y a todos nos hace ilusión ver a los niños representarlo». En su caso también fue Jesús en la procesión de Santo Domingo, en la que participan los chicos y chicas de más de 14 años. «Si pudiera serlo en la de los mayores sería especial, una forma de honrar a mi aitite».
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