Zona de caseríos totalmente inundada en La Cuadra. IGNACIO PÉREZ
Inundaciones en Bizkaia

«Esta vez estábamos preparados, pero el agua ha venido con más fuerza»

Los vecinos de Güeñes, Zalla y Alonsotegi trabajan a destajo con cepillos y baldes para sacar el Cadagua de sus viviendas

SERGIO LLAMAS

Lunes, 29 de noviembre 2021, 12:16

El Cadagua volvió a mostrar este lunes su furia en Las Encartaciones y ofreció una noche de pesadilla colándose en viviendas, lonjas y calles de Güeñes, Alonsotegi, Zalla y Balmaseda. En esta última localidad, las crecidas sólo inundaron un parking y anegaron algunos puntos de ... Virgen de Gracia y la Avenida Encartaciones, pero dos corrimientos en el monte dejaron un apagón y el corte de la carretera hacia Burgos. Güeñes se llevó la peor parte, con una decena de familias de Iorgi, Allende Zelaia y Elubarri que pasaron la noche realojados con parientes.

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José Luis Larrea, de Iorgi, optó por irse a casa de su hija, aunque en realidad pasó la noche a orillas del río viendo cómo éste se colaba en su vivienda. «A las tres de la mañana ya estábamos aquí limpiando porque había entrado un poco de agua: cinco o seis centímetros. Luego entró más», indicó el hombre, que ya ha vivido esta situación, la última vez en 2015. «Gracias a Dios no ha habido ninguna desgracia personal, pero en lo material la crecida ha sido importante», apuntó a su lado el edil de Güeñes Zigor Marcos.

En la otra orilla del Cadagua, también en Sodupe, los vecinos de Allende Zelaia usaban cepillos y cubos para empujar el agua a los sumideros. «Esta vez estábamos más preparados, pero el agua ha venido con más fuerza. Ha reventado la puerta del garaje», detalló Jon Iñaki Zubiaur. La instalación de compuertas, de muros de sacos de arena y la colocación de muebles y enseres en alto para protegerlos del agua redujeron sensiblemente los daños en su vivienda, pero no los impidieron del todo. «Esto se podría haber evitado. Llevábamos tiempo pidiendo que limpiaran el río», subrayó.

Este lunes los vecinos de Allende Zelaia y de Elubarri describieron el agua que corría por la calle «como un río paralelo» al propio Cadagua. «Se llevaba troncos, contenedores y hasta un coche», apuntó Silvia Fernández. Iñigo Mediavilla, por su parte, pudo evitar que el agua se colara por puertas y ventanas, pero no que lo hiciera a través de los sumideros de la ducha. «La estación de bombeo de aguas residuales está en una zona inundable, y cada vez que llueve se para y nos entra en casa», señaló el hombre, quien criticó la falta de un buen dragado. «No se draga el río porque se da más importancia a los animales, que está muy bien, pero cuando crece el Cadagua los patos se van volando y nosotros nos quedamos con el agua», criticó.

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En el barrio de Ibarra, Roberto Salazar se marchó con su familia a casa de unos familiares, pero eso no le impidió lidiar con el agua. «El caserío de mi ama tenía filtraciones y ha entrado el agua por los bajos de la casa. He estado toda la noche achicando agua con una fregona. Tengo unas ampollas…», admitió.

Una noche movida

También la noche de Iñigo Montes fue movida. Además de ser voluntario de Protección Civil en Alonsotegi, su taller de muebles acabó inundado en el barrio de Pertxeta. «Noche complicada no, lo siguiente. El agua se ha colado en la planta de abajo y todo lo que hay se va a ir a la mierda», lamentó. Mientras el agua se colaba en sus instalaciones, él ayudaba a cortar un árbol para liberar el camino a los vecinos de Sasia. «Hemos estado toda la noche sin parar», señaló. Ninguna medida fue suficiente para los dos metros y medio de altura alcanzados por el agua, sobre la carretera, que hicieron desaparecer toda la planta baja.

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Cerca de su taller, Albano Sapinto tiene aparcadas varios remolques de feria. «Algunas barracas están afectadas. He visto varias flotando», señaló el hombre. En Zalla, mientras los Bomberos achicaban agua del Eroski los propietarios de algunos vehículos esperaban a que bajara el agua del parking para poder alcanzarlos.

  1. José Luis Larrea | Sodupe

    «Desde que compré la vivienda en 1991 hemos sufrido multitud de inundaciones»

José Luis Larrea ha pasado la noche en casa de su hija, después de ver que la crecida del Cadagua a su paso por Sodupe (Güeñes) iba a afectarle a su vivienda. La suya es una de las tres familias del bloque de Iorgi Ibarra que han pasado la noche fuera. A uno de los vecinos, en silla de ruedas, le tuvieron que sacar los voluntarios de Protección Civil de Alonsotegi, y el Consistorio le ha realojado en un hotel del municipio. «A las tres de la mañana estábamos limpiando porque habían entrado como unos 5 ó 6 centímetros de agua, pero ahora ya ha entrado más. Habrá más de 20 centímetros», se lamenta el hombre que desde que compró la vivienda en 1991 ha sufrido ya multitud de inundaciones. Antes había otro edificio que se interponía entre el bloque y el río, pero fue derribado hace años. «Hemos pedido que nos pongan un muro en frente, porque algo haría, pero debe ser muy caro para el Ayuntamiento para los vecinos que somos», se duele.

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  1. «Ésta es la crecida más fuerte que hemos tenido desde 2015»

«Ésta es la crecida más fuerte que hemos tenido desde 2015. A las tres de la mañanano había llegado tan arriba el agua y estábamos repsirando todos, pero a las cinco ha sido brutal», se lamenta Iñigo Montes, cuya fábrica de muebles y almacén se encuentra en Pertxeta, la zona de Alonsotegi más afectada por las inundaciones. «Lo que está en el almacén de abajo parece que se va a ir todo a la mierda», explica el hombre, que también es voluntario de Protección Civil y ha estado toda la noche echando una mano. «Habrá que hablar con el Consorcio de Compensaciones», explica mientras mira la lámina de agua que ha hecho desaparecer completamente la planta baja, donde tiene parte de sus lonjas.

  1. Almacén de muebles en Alonsotegi

    «Esta semana tendremos que estar cerrados seguro»

«Entre limpiar y sacar el material, esta semana tendremos que estar cerrados seguro», detalla Iñigo Montes, desde su almacén de muebles en Alonsotegi. El agua ha inundado la planta baja y ha dejado una línea a una altura de 20 centímetros dibujada en los que guardaba en la planta superior.

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  1. Albano Sapinto | Barrio de Pertxeta (Alonsotegi)

    «Algunas barracas están ya flotando»

Albano Sapinto también se ha tirado toda la noche despierte. Este vecino de Alonsotegi tiene varias barracas de feria aparcadas junto a su vivienda en el barrio de Pertxeta, el más afectado por las inundaciones en el municipio encartado. «Algunas barracas están ya flotando, y una que estaba aparcada abajo se la ha llevado el río», ha asegurado el hombre, quien apunta que el agua también ha llegado a entrar en algunas viviendas. La más afectada, eso sí, se encontraba vacía. «El agua ha estado toda la noche subiendo», subraya.

  1. Roberto Salazar | La Quadra (Güeñes)

    «Me he pasado la noche secando el agua en casa de mi ama con la fregona»

«Me he pasado la noche secando el agua que se filtraba en casa de mi ama con la fregona. Tengo las manos destrozadas), explica Roberto Salazar, vecino del Barrio de Ibarra, en La Quadra (Güeñes). Allí los vecinos están acostumbrados a las crecidas y ya habían colocado sacos de arena y sellando huecos con poliuretano para prevenir problemas. «Ha estado a un tris de alcanzar la carretera, y eso sí que hubiera sido un problema porque las alcantarillas hubieran empezado a soltar agua», detalla el hombre que esta mañana ha tardado «una hora» en llegar a una consulta médica en Cruces, por culpa de los cortes de trafico ocasionados por los desprendimientos.

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