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Diana Martínez
Miércoles, 12 de julio 2023
El lindane sigue siendo un quebradero de cabeza en la Margen Izquierda. Este compuesto químico, cancerígeno según la Organización Mundial de la Salud, es la herencia de las fábricas, cerradas hace más de tres décadas, que utilizaban esta sustancia nociva como pesticida agrícola, lo que ... provocó la contaminación de diversos terrenos de Bizkaia. Los principales focos de la comarca están en los ríos de Barakaldo y Santurtzi, según refleja un informe realizado por el centro tecnológico Azti para URA, la Agencia vasca del Agua, con datos del pasado ejercicio.
En concreto, en el ámbito del río Galindo y su zona de influencia «las estaciones de aguas de transición no alcanzan el buen estado químico en 2022», al superar los niveles recomendados, señala la investigación. La primera afección significativa se observa en la estación HCH-15, zona en la que estuvo ubicada la empresa Bilbao Chemical (en la margen derecha del Galindo), que fabricó lindane entre 1947 y 1987, y en la que se localiza la celda de seguridad del monte Argalario (al lado izquierdo).
En los últimos años se han llevado a cabo diversas actuaciones para eliminar el lindane en Barakaldo, como el limpiado y sellado definitivo del antiguo vertedero del parque Tellaetxe en 2014, en el pantano de Loiola en 2013 o en la celda de Argalario en 2002. Zonas que siguen limpias, pues en este último análisis no presentan signos de contaminación. A pesar de los esfuerzos por deshacerse de esta sustancia nociva, la contaminación sigue presente en otros puntos. Y actualmente el principal foco afectado es el río Zuloko, en los alrededores de Ikea, en Megapark. Según el análisis de Azti, entre las estaciones de control identificadas como HCH-15 y HCH-16 se registraron el año pasado «concentraciones hasta 18 veces superiores a NCA-CMA (norma de calidad ambiental, concentración máxima anual), y hasta 55 veces superiores a NCA-MA (norma de calidad ambiental, media anual)».
También se superan los niveles recomendados «desde la estación denominada E-N15 –ubicada en el puente de Rontegi– hasta la E-N30 –Abra Exterior–», mientras que las concentraciones medias más elevadas se dan en las estaciones E-N17 –el barrio Lamiako de Leioa– y E-N20 –Abra Interior–».
La misma situación se da en Santurtzi, cuyo foco principal es la escombrera Etxe-Uli. En el solar, ubicado a las afueras de Kabiezes, hay enterradas más de mil toneladas de lindane que se filtran al arroyo Ballonti. Hace cinco años EH Bildu realizó mediciones en la zona y detectó una concentración de la sustancia cancerígena de 0,694 microgramos por litro, cuando el máximo admitido es de 0,04. Es decir, «diecisiete veces superior a los límites que establecen las normas de calidad ambiental vigentes», denunció Oskar Lorenzo, coordinador de la formación.
Para este caso, tal y como publicó este periódico el pasado mes de marzo, la rehabilitación del solar afectado arrancará en 2024. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, subrayó que la redacción del proyecto para recuperar el vertedero se estima en once meses, por lo que las obras de reurbanización –tras el debido sellado– se podrán iniciar el próximo año, aunque no concretó el plazo. El objetivo es limpiar y regenerar la zona para crear actividad económica. Una actuación que supondrá una inversión de 15 millones de euros.
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