
Marina León
Viernes, 25 de junio 2021, 17:51
Víctor Casas lleva 30 años esperando a que alguien le diga qué le ocurrió a su hermana Olga, una joven de 19 años que apareció estrangulada en el interior del patio de un colegio religioso en Portugalete. «Mi padre se volvió alcohólico a cuenta de todo esto y maltrató a mi madre física y psicológicamente», ha dicho este hombre, que por aquel entonces tenía 9 años, y que ha tomado la decisión de plantarse frente a la puerta del Ayuntamiento de la villa y declararse en huelga de hambre. «Si tengo que morir por esto, muero».
Publicidad
La sensación de desesperación y abandono le ha acompañado durante tres décadas y, aunque rehízo su vida, trabajó durante años en una inmobiliaria en Bilbao y tuvo una niña que actualmente tiene seis años y vive con su expareja porque «no estoy capacitado para ejercer como padre», ha reconocido. «Es muy duro vivir esto en un pueblo. Estoy cansado y últimamente cada caso de violencia contra una mujer me remueve todo», ha señalado frente a las puertas del Consistorio con unas pancartas en las que explica lo que le sucedió a su hermana y el infierno que vive su familia desde entonces.
Víctor ha relatado que tras el fallecimiento de su padre hace unos años, ahora se dedica a cuidar de su madre dependiente y «se siente desbordado». Lo que denuncia este vecino de la Margen Izquierda es que el Ayuntamiento y el Gobierno vasco «no han hecho nada por mi familia. Ha habido asociaciones y personas que nos han ayudado, pero ya parece que a todo el mundo se le ha olvidado», puntualiza. A todo esto, se le suma la desatención que en su opinión sufre por parte del sistema sanitario. Esta semana se ha acercado a un centro hospitalario, «pero me dijeron que me expresaba de manera muy coherente, que era un brote y que con un Valium era suficiente». Ha pasado por psicólogos y psiquiatras, «pero son charlas de quince o veinte minutos, me dan algo de medicación y a casa», ha indicado al tiempo que asegura que le gustaría que le ingresasen «porque tengo miedo del daño que pueda hacerme a mí mismo».
Olga Casas es la víctima de un crimen que tuvo lugar en Portugalete el 4 de noviembre de 1990, que sigue sin resolver y ya ha prescrito. Era la menor de tres hermanos en una familia emigrante gallega afincada en la villa que apareció en el patio del colegio de la Javerianas estrangulada, con la yugular seccionada y llena de golpes por la cara. Su madre, Sara Rodríguez, insistió desde entonces en la hipótesis de que a su hija la mataron «porque sabía demasiado». «Estuvo en el lugar inadecuado en el momento menos oportuno y escuchó algo que no debía».
La joven abandonó el colegio y se puso a trabajar como empleada del hogar. Según explicó su madre, frecuentaba un bar «en el que se movía mucha droga y conocía a muchos camellos». Fue el jardinero del centro educativo el que encontró a las siete de la mañana el cadáver semidesnudo. Le faltaba la camiseta y la ropa interior, y llevaba los pantalones por los tobillos y calzado. La joven no había sufrido ninguna agresión sexual, según desvelaría después la autopsia. Aquella noche, Olga había acudido a celebrar la fiesta de cumpleaños de una amiga. A las dos de la mañana, ella y otros invitados se marcharon con la intención de regresar a casa, pero Olga nunca llegó a la suya.
La investigación del homicidio recayó en un primer momento en el Cuerpo Nacional de Policía, pero se sobreseyó enseguida «por falta de autor conocido», según argumentaba el auto dictado por el juzgado de Instrucción número 2 de Barakaldo en diciembre de 1992. Cinco años después apareció un testigo protegido que dijo haber escuchado en una conversación quiénes eran los autores del asesinato. Tres individuos con antecedentes fueron detenidos. Sin embargo, se demostró que uno de ellos se encontraba en una cárcel de París en el momento de los hechos y los otros dos sospechosos quedaron en libertad al dar negativo el cotejo de ADN con un pelo canoso hallado en la escena.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.