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Un motorista de Barakaldo de 43 años falleció ayer en la localidad burgalesa de Medina de Pomar tras impactar violentamente contra un guardarraíl cuando circulaba por la carretera provincial BU-550. Una llamada telefónica alertó a los servicios de emergencia del accidente, ocurrido poco antes ... de las dos de la tarde.
Responsables del cuerpo policial explicaron que los agentes encontraron el cuerpo de S.A.V. en el suelo tras chocar su moto contra un «poste» de los quitamiedos existentes en «la parte derecha de la vía». El siniestro tuvo lugar a la altura del barrio de Criales de Losa, en dirección a Quincoces de Yuso.
Inmediatamente, se desplazó al lugar un equipo de atestados de la Guardia Civil, además de una ambulancia medicalizada. El personal sanitario solicitó la intervención de un helicóptero debido a la gravedad de las lesiones. El motorista presentaba fuertes golpes en la cabeza y en distintas partes del cuerpo. Cuando llegaron los sanitarios, la víctima aún se encontraba con vida. Le asistieron sobre el mismo asfalto, pero les resultó imposible «mantenerle las constantes vitales».
La de ayer fue una jornada accidentada en las carreteras vascas para los motoristas, aunque, por fortuna, no hubo que lamentar ningún fallecimiento. Según informó el Departamento de Seguridad del Ejecutivo vasco, a las tres de la tarde un varón se salió de la carretera por causas que se desconocen y se estrelló contra el arcén en la BI-633, a la altura de Ondarroa. Una ambulancia trasladó de urgencia al conductor al hospital de Cruces, donde ingresó con lesiones de carácter grave.
Hora y media después y apenas unos kilómetros más adelante, pero ya en la localidad guipuzcoana de Mutriku, una moto y un coche colisionaron violentamente. Debido al fuerte impacto, el motorista tuvo que ser trasladado también a un centro hospitalario, aunque en este caso con lesiones de pronóstico reservado.
Las carreteras vascas han registrado en los dos primeros meses del año 355 accidentes de tráfico con víctimas, lo que supone un incremento del 50,4% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando se contabilizaron 236 siniestros, según datos de la Consejería de Seguridad. La siniestralidad -con víctimas y sin heridos- ha crecido un 23,3% en enero y febrero tras totalizar 1.329 siniestros, frente a los 1.078 de un año antes.
El número de víctimas asciende a 493, lo que representa un incremento del 59,5% en relación a las 309 del mismo periodo de 2021. Cuatro personas (una menos que en 2021) han perdido la vida, 457 han sufrido heridas de consideración leve (+60,3%) y 32 han padecido lesiones graves, un 60,4%) más que en los dos primeros meses del año anterior.
Tres de las víctimas mortales han sido motoristas involucrados en accidentes ocurridos en las carreteras guipuzcoanas. El primero tenía 32 años y perdió la vida en un túnel de la GI-41 en San Sebastián el 3 de enero.
17 motoristas -16 conductores y una acompañante- perdieron la vida el año pasado en las carreteras vascas frente a los 16 de 2019 y los 9 de 2020. En 14 de los 17 sucesos no se vio implicado ningún otro vehículo. La mayoría de los siniestros se produjeron, según los responsables de Tráfico, al exceso de velocidad, la falta de pericia, las caídas en curvas y «no mantener el intervalo de seguridad».
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