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Hace 30 años que Iosu y Juanma fallecieron por su adicción a las drogas. ane ontoso
Treinta años de la muerte de dos integrantes de Eskorbuto

Treinta años de la muerte de dos integrantes de Eskorbuto

En 2016 los restos de Iosu se incineraron y se trasladaron a otra parte del cementerio de Kabiezes; mientras Juanma descansa junto a su familia

ane ontoso

Santurtzi

Lunes, 31 de octubre 2022

Este año se han cumplido tres décadas del fallecimiento de los integrantes de Eskorbuto Iosu Expósito y Juanma Suárez, componentes del grupo junto a Pako Galán, el único miembro vivo. Descansan en el cementerio santurtziarra de Kabiezes. Ambos murieron en 1992 con meses de diferencia debido a su adicción a las drogas. Iosu fue el primero en dejarnos aquel 31 de mayo. Juanma lo hacía el 9 de octubre. Uno de sus conocidos recuerda cómo, cuando falleció Iosu, le dijo a Juanma: «El 31 de mayo de 1992 se acabó Eskorbuto para mí». Aún rememora el concierto que dieron con otras bandas en el parque Los Hermanos, que cuando empezaron ellos a tocar empezaron «avalanchas». Juanma, sin embargo, le respondió: «Porque muera uno no se va a morir el grupo».

Los componentes de Eskorbuto, con el Puente Colgante de fondo. e. c.

Desde Estados Unidos

Cuenta Miguel, uno de los trabajadores del camposanto marinero, que «mucha gente peregrina hasta allí para visitar a Eskorbuto, incluso de Estados Unidos». Recuerda a un padre mexicano con su hijo de cinco años que vinieron en una ocasión. El concejal de Cultura, Danel Bringas, corrobora el testimonio y explica que el turismo convencional viene a ver a Santurtzi «el puerto y la sardinera», pero también al pueblo como «referente del punk, desde la tumba, al mosaico creado por Jon Mao para homenajear a la banda, o donde nacieron y ensayaron en Mamariga».

La tumba de Iosu es uno de los mayores reclamos, como asegura el edil, visitar el espacio que se le dio es el «atractivo mayor». Desde 2016 ocupa un lugar diferente en el cementerio. De la zona de nichos pasó a la de tierra, tal como explica el coordinador del cementerio, Juan Arranz. «En abril de ese año se exhumó el cuerpo de Iosu para su incineración y en mayo se depositaron las cenizas en el nuevo emplazamiento», recuerda.

En el murete se puede ver su lápida, con el epitafio: 'Las calles, nuestro ámbito, nuestro reino, nadie nos olvida, porque aún no hemos muerto'. La tumba está engalanada con diferentes objetos que los visitantes han ido depositando. Latas de cerveza vacías, mecheros, pulseras, flores y hasta una bota Doctor Martens ya desgastada.

Tampoco faltan las pintadas e inscripciones a su alrededor. 'Nada más nacer empiezan a corrompernos', reza una de ellas en alusión a la primera frase de la famosa canción 'Anti-todo' del grupo santurtziarra. La farola cercana a la tumba de Iosu luce, asimismo, pegatinas de otros grupos punkarras, así como panfletos de protesta.

El nicho donde reposa Juanma Suárez. a. ontoso

Los líderes de Eskorbuto, sin embargo, no están juntos en una misma tumba. Tal como recogió EL CORREO en 2014, la familia de Juanma expuso su deseo de respetar la voluntad de los padres del músico de «descansar para siempre juntos». La muerte de su vástago» fue un duro golpe del que sus progenitores nunca se repusieron. La familia Suárez agradeció entonces el interés de los seguidores del grupo por unirles de nuevo, pero es comprensible que decidiesen que su lugar debía estar para siempre junto a sus padres.

El nicho de Juanma, sin embargo, tampoco pasa desapercibido en el cementerio de Kabiezes. Su lápida refleja pintadas de agradecimiento o de algún reflejo de lo que el bajista de Eskorbuto difundió con sus letras. También la escalerilla que permite subir para colocar flores. Y, por supuesto, algún que otro objeto brilla en el voladizo, como un adhesivo y un lucido abanico.

Quizá el modo en que descansan los músicos es lo adecuado. Según el edil de Cultura, no obstante, considera que «a Eskorbuto tampoco les hubiera gustado tener en el cementerio municipal un pedestal o un monumento. Eran anti-todo». Pero es indiscutible que son «un referente de la música punk», como refleja Jabi Arroyo de Subversion X, la banda de punk rock que dio su primer concierto en 1992, 23 días antes de fallecer Iosu Expósito. Él también les ha visitado en el cementerio en alguna ocasión.

Archivo histórico

A modo de recuerdo de sus seguidores, Eskorbuto cuenta con el citado mosaico creado por el artista local Jon Mao de 26 metros de longitud en el barrio de Mamariga. Inaugurado en 2019, el mural incluye a Galán y busca «plasmar la esencia de lo que era el grupo», como dijo Mao. Lo que no se llegó a cumplir fue poner el nombre del grupo a una calle, plaza o parque. «Se barajó –explica Bringas–. Pero por la Ley de Memoria Histórica es aconsejable que los nombres que se cambiaran no hicieran referencia a ninguna persona y se hiciera una votación popular con otros más genéricos».

«Punk pastel»

Mientras unos van a verles hay quien prefiere no hacerlo. «No he subido porque quiero recordarles en la calle. En el cementerio de Kabiezes están un montón de colegas. Prefiero hacerlo en vida, tomando unos cacharros, echando unas risas y viéndoles en conciertos», confesaba uno de sus seguidores, que evoca a Iosu como «idealista y depresivo» y a Juanma «lo contrario, todo el día con sus chistes y sus bromas».

Este mismo fan santurtziarra, recuerda cómo les compró su primer single a Iosu. «La muerte vende, eso es evidente –añade–. Hicieron mucho pero no han estado reconocidos hasta después de muertos». Aún así, lo agradece. Eso sí, según sus palabras «el punk de ahora no es de los 80, es un punk pastel, porque hay educación y unas formas . Aquel está en México». Como aquel padre e hijo que se acercaron a Kabiezes a visitar a Expósito. Uno de los técnicos del cementerio le regaló al pequeño una púa que apareció al exhumar el cuerpo del músico. Si era suya o no, no se sabe, pero el chico marchó feliz.

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