Sergio Llamas
Lunes, 16 de mayo 2022, 13:14
El centro de acogida de fauna silvestre de Carranza, el BBK Karpin Fauna, acaba de abrir un reptilario al público que permitirá a los visitantes conocer a diferentes animales procedentes del abandono de mascotas y del tráfico ilegal. El espacio supondrá una mejora en el ... confort de los ejemplares, que hasta ahora permanecían en un espacio de aislamiento no visitable. Las nuevas instalaciones mantienen las condiciones de temperatura y humedad específicas para ayudar a la decena de especies diferentes que hay acogidas, principalmente serpientes de distintas variedades, como la pitón, pero también lagartos, varanos, tortugas o dragones barbudos.
Publicidad
El biólogo al frente de El Karpin, Pedro Abad, ha explicado que actualmente cuentan con 12 terrarios ocupados, algunos con dos ejemplares, pero en total hay 22 disponibles. «Está pensado para crecer. Somos un centro de acogida y se abandonan bastantes reptiles. Hace años estuvo de moda tener en casa iguanas, serpientes o lagartos que, sistemáticamente, se van abandonando. Era una necesidad que habíamos detectado hacía años», ha detallado.
Los animales ya llevan tiempo en las nuevas instalaciones, antes usadas como sala de exposiciones. El nuevo complejo dispone de más espacio y de un sistema de calefacción por suelo radiante que ayudará a crear una temperatura constante y acorde a las necesidades de los animales. Una bomba de calor geotérmica y un sistema de calefacción de alta eficiencia ayudan a conseguir estas características. Además, cada uno de los terrarios disponibles cuenta con una sonda de temperatura y un higrómetro propio para regular la humedad y las condiciones requeridas.
En las instalaciones destacan casos concretos como el de una pitón, cercana a los dos metros y medio de longitud, que fue descubierta el pasado verano en las calles de Rekalde, en Bilbao. También hay otro ofidio de la misma categoría procedente de una operación contra el tráfico ilegal en el aeropuerto vitoriano de Foronda. Este último, de más de metro y medio, fue localizado en una caja de zapatos, al igual que dos clamidosaurios –lagartos de cuello volante– en estado de desnutrición y deshidratación.
El BBK Karpin Fauna, propiedad de la Mancomunidad de Las Encartaciones y bajo la gestión de la Fundación Ortzadar desde hace cinco años, recibe de manera habitual visitas escolares en las que también se enseña a los alumnos sobre concienciación ambiental. El centro busca garantizar la mejor vida posible a ejemplares que por sus condiciones no se pueden reintroducir en su ambiente natural.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.