Educación ultima la adjudicación de las obras del instituto Trueba en Barakaldo

Más de seis años después de su repentina clausura, tras detectarse problemas graves en el hormigón que provocaron su demolición dos cursos después, en 2020, la entrada de maquinaria al solar del instituto Trueba de Barakaldo para iniciar los trabajos de construcción del nuevo edificio está muy cerca. Después de sucesivos retrasos antes y durante el proceso de licitación, las familias de 600 escolares siguen esperando el arranque de unas obras que en su día el Gobierno vasco aventuró que estarían concluidas para 2023.

Pero lo cierto es que por esas fechas ni siquiera se había iniciado el proceso de contratación, que comenzó finalmente en junio del año pasado y que ahora enfila su recta final con la adjudicación de los trabajos después de superar algunos contratiempos. Después de recibir una docena de ofertas, ya hay una empresa propuesta como adjudicataria, Edhinor, cuya documentación ha recibido el visto bueno de la mesa de contratación. Así se desprende al menos de un acta del departamento de Economía y Hacienda, firmada hace apenas unos días. Se trata de la propuesta más económica, de algo más de 20 millones de euros (la previsión de gasto del Gobierno vasco ascendía a un total de 23 millones). Según indicaron desde Educación, el plazo para construir el edificio será de 24 meses a partir de la adjudicación y la formalización del contrato.

El Gobierno vasco anunció que las obras empezarían antes de marzo, pero retrasos en la licitación –que obligaron a volver a publicar el expediente en el perfil del contratante– apuntan a que los trabajos sobre el terreno no arranquen hasta el segundo trimestre de este año. Primero fue por la falta de un estudio geotécnico y de varios planos en la documentación, además de la necesidad de fundamentar mejor los costes directos. Luego fue necesaria la actualización del presupuesto recogido en el proyecto. Por todo ello, el plazo para la presentación de ofertas tuvo que retrasarse unos meses.

Estas incidencias se unen a varias anteriores, tras vivir una época de total inestabilidad. Con el estallido de la pandemia de coronavirus, y la consiguiente falta de suministros y el encarecimiento de los materiales, las fechas para iniciar todo el proceso se fueron dilatando, ante la resignación de las familias y la comunidad educativa del instituto Trueba, con más de 600 alumnos desplazados a más de un kilómetro, desde el barrio de Lasesarre hasta la antigua escuela de Ingenieros de Minas, a las afueras del municipio. Los afectados lidian allí con varias carencias, como por ejemplo la falta de instalaciones deportivas. Esta tardanza ha provocado que muchos menores hayan completado ya sus estudios de Secundaria y Bachillerato sin haber pisado el nuevo y prometido emplazamiento.

Si no hay más obstáculos y contratiempos importantes, esta actuación devolverá la actividad educativa a este espacio de Barakaldo, situado junto al bidegorri, en 2027, nueve años después del cierre del anterior edificio. El nuevo será un «bloque compacto» paralelo a la calle Aldapa, contará con cuatro alturas, su diseño tendrá forma de 'C' y estará equipado con un aparcamiento. También dispondrá de 24 aulas de ESO y 8 de Bachillerato, además de otras de desdoble y para seminarios, junto a tres laboratorios, una biblioteca y un salón de actos, entre otras dependencias. Contará asimismo con un gimnasio con vestuarios y una pista deportiva cubierta, además de otra exterior de casi 1.400 metros cuadrados.

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